Vegaviana se harta de esperar

Sólo hay dos carreteras para entrar o salir en la localidad cacereña de Vegaviana, las dos pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y las dos se encuentran en un lamentable estado de conservación que no hace más que empeorar con el paso de los años. Los cerca de 900 habitantes de este pueblo de colonización levantado en 1954 a cinco kilómetros de Moraleja, de la que se segregó en 2009, se han hartado de las promesas incumplidas y han constituido una plataforma para reclamar el arreglo inmediato de sus únicas vías de comunicación.

Unos 200 vecinos de Vegaviana desplazados en tres autobuses y en vehículos particulares acudieron ayer a Plasencia para manifestarse ante la sede de la CHT, situada en el barrio de San Juan. Vestidos con camisetas verdes, desplegaron pancartas a las puertas del organismo público para llamar la atención sobre un problema que vienen arrastrando desde hace 25 años, pues fue entonces cuando se llevaron a cabo las últimas reformas. Los manifestantes cortaron la calle, lo que generó un importante problema de tráfico porque ayer se celebraba en Plasencia el Martes Mayor y esa zona estaba siendo muy transitada por los conductores que buscaban aparcamiento cerca de la Plaza Mayor.

La plataforma vecinal está presidida por Juan Caro Dionisio, alcalde socialista de Vegaviana, que el pasado verano paralizó un intento de protesta similar porque se encontraba negociando el arreglo de las carreteras con la CHT y la Diputación de Cáceres. Entonces se alcanzó el compromiso por parte de la Diputación de hacerse cargo del mantenimiento del tramo entre Vegaviana y Moraleja, el más transitado, una vez que la CHT acometiera la adecuación de la vía. Un año después no se ha presupuestado nada.

Juan Caro dijo ayer durante la concentración en Plasencia que los proyectos están hechos desde 2011 y se encuentran paralizados desde entonces porque la CHT se niega a dotarlos presupuestariamente. El de la conexión con Moraleja asciende a 628.000 euros, y el de la carretera que une el pueblo con Cilleros y Zarza la Mayor costaría 1.200.000 euros. La Diputación se ha comprometido tan sólo a asumir las competencias del tramo hasta Moraleja, pero para ello antes la CHT tiene que proceder al arreglo.

Cualquiera que transite por esas carreteras que llevan a Vegaviana puede comprobar que la reclamación de los vecinos no es ningún capricho. Son vías antiguas, muy estrechas, con el firme deteriorado y grandes socavones. «Puedo presentar facturas del taller de vecinos a los que se les ha destrozado el cárter del coche», apuntó ayer el alcalde para ilustrar la necesidad de acometer la obra. También alertó del «riesgo» que existe en el transporte escolar para los estudiantes del pueblo que acuden a diario al instituto de Moraleja, y recordó que son también las únicas vías de acceso al pueblo para el transporte sanitario y de emergencias. «El estado es tan malo que la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora, aunque hay tramos en los que ni siquiera se puede y hay que ir en primera a diez o veinte kilómetros por hora», explicó Juan Caro.

Tras conocer la convocatoria de la protesta por parte de la plataforma de Vegaviana, la Diputación de Cáceres emitió ayer un comunicado en el que tachaba la manifestación de «electoralista y politizada», y acusaba al alcalde del PSOE de «convocar una protesta para reivindicar el acondicionamiento de una vía que lleva varias legislaturas en mal estado». También criticó la «falta de sensibilidad» por llevar a cabo esta protesta en Plasencia «en un día festivo para sus vecinos como es el Martes Mayor».

La Diputación dice haber «tomado conciencia del peligro que supone el estado de estas vías», y recordó que en julio instó a la CHT a comenzar las obras de mejora con «la mayor celeridad posible».