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C. J. V./M. A. M.
Lunes, 15 de diciembre 2014, 09:52
Una esperada reunión de una hora entre Monago y Acedo y dos versiones diferentes de ella. Según lo expresado por el dueño del inmueble, la Junta, a través de José Antonio Monago, la idea de vender la casa del presidente y antigua sede de Presidencia de la Junta en Mérida sigue intacta. Lo dijo el presidente en una rueda de prensa convocada de antemano. Acedo convocó antes de forma improvisada a los periodistas para lanzar un mensaje contrario. La venta, subrayó el primer edil, «está congelada y parada».
Para Monago, «no se ha paralizado nada», y «nada está congelado», a la vez que comentó que recibió al alcalde emeritense para hablar del asunto porque «es lo cortés y lo razonable», aunque evidenció que la primitiva idea de enajenación del inmueble sigue adelante. A partir de hoy representantes del Gobierno extremeño se reunirán «con varias de las instituciones que ya se han interesado por la casa». La Junta recibirá propuestas.
Monago habló del proceso burocrático para la puesta en venta de la casa. El primero, la declaración de alienabilidad; el segundo paso que se dará será la tasación del inmueble. Se trata de un proceso que «llevará su tiempo, pero no se ha paralizado nada», especificó el presidente extremeño, quien ha señalado que el Ayuntamiento de Mérida le presentará propuestas para esta casa. Monago concluyó que quiere «lo mejor para el conjunto del pueblo extremeño, no para un solo extremeño».
La piscina, para uso público
Pedro Acedo dijo que el presidente del Ejecutivo esperará a que el Consistorio le presente un proyecto que incluye poner una parte de la vivienda a disposición de los ciudadanos. Se abrirá la piscina y otras estancias de la vivienda a un uso público. La otra parte podría quedarse para lo que se ha utilizado hasta ahora: como casa oficial del presidente de la Junta. El candidato por el PSOE a la Alcaldía de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, exige la dimisión de Acedo como edil al no conseguir paralizar el proceso de venta anunciado. «Una vez más no defiende los legítimos intereses de la ciudad». Según Osuna, «antepone a estos los suyos propios, máxime cuando se trata de una reivindicación que sustenta la práctica totalidad de la ciudadanía emeritense a través de los partidos políticos que la representan excepto los órganos locales del PP».
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