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Condenados a dialogar

Condenados a dialogar

Las alcaldías de Badajoz y Cáceres siguen en el aire y se prevén cuatro años intensos al no haber mayorías absolutas

J. López-Lago

Domingo, 7 de junio 2015, 00:17

En estos momentos, la política extremeña camina sobre un alambre y se dirige hacia lo desconocido. El aleteo la consigna de un líder nacional en Madrid o Barcelona, puede producir un tornado una moción de censura, en un ayuntamiento de Cáceres o Badajoz. Lo saben sus alcaldes en funciones, Elena Nevado y Francisco Javier Fragoso respectivamente, pendientes de cerrar un acuerdo que permita a ambos regidores seguir cuatro años más.

Ahora se habla de elegir alcaldes, pero sea cual sea el resultado de las votaciones previstas en seis días, la gran incógnita de esta legislatura será ver quién se maneja mejor gobernando en minoría y consigue sumar más acuerdos en los asuntos clave, empezando por cada presupuesto anual.

En general, en las principales corporaciones locales de la región desaparece Izquierda Unida y emergen Ciudadanos y Podemos con sus denominaciones municipales, ambos sin experiencia institucional. Esta ruptura del bipartidismo desvelará a lo largo de los próximos cuatro años si este nuevo escenario con un reparto de fuerzas inédito impide la gobernabilidad o, en el mejor de los casos, facilita el diálogo y el consenso en una etapa que ahora se abre y es desconocida para muchos.

Las sesiones de investidura tendrán lugar el próximo sábado, día 13. Lógicamente, los tanteos ya se han iniciado, pero aún no han concluido. En los próximos días están previstas las reuniones definitivas, aunque no se descarta llegar al sábado con la incertidumbre de quién mandará en algunos ayuntamientos hasta 2019.

Para elegir alcalde hay que tener en cuenta que en las corporaciones locales los candidatos con más votos tienen ventaja. No es como en la Asamblea de Extremadura, donde si no hubiera acuerdos se podría llegar a bloquear la situación y habría que convocar otras elecciones. En los ayuntamientos, de no haber una mayoría en el primer pleno entre los concejales recién elegidos, la ley establece que sea alcalde el candidato más votado en las urnas.

Las dos capitales

En estos momentos el caso de Badajoz es muy similar al de Cáceres. En ambas ciudades gobierna en funciones el PP, que tenía mayoría absoluta. Desde el 24 de mayo la han perdido, IU ha sido barrida y han aparecido Ciudadanos y Podemos (las denominaciones son Recuperar Badajoz y Cáceres Tú).

Debido a que el pacto de los populares con la formación de Pablo Iglesias se antoja imposible, el foco está sobre los concejales de Ciudadanos. Los candidatos socialistas, que en realidad necesitarían el apoyo de las dos nuevas formaciones, miran de reojo las negociaciones. En las que participan dan a entender que asumen todo lo que pongan en la mesa tanto la marca de Podemos como Ciudadanos.

En ningún caso las dos formaciones emergentes se plantean entrar en el gobierno local ocupando alguna concejalía y formar un tripartito junto a PSOE o PP. Prefieren actuar los próximos cuatro años desde la oposición.

A grandes rasgos, las condiciones que pone Ciudadanos son de regeneración política. Esto pasa en el caso de Cáceres porque su alcaldesa, Elena Nevado, renuncie a su acta de senadora. En ambas capitales hablan además de reducir la cifra de cargos de confianza y concejales liberados, aunque después cada ciudad aporta otros matices a su lista de peticiones. Las más relevantes a contemplar son la modificación de algunos proyectos urbanísticos.

La última reunión en Cáceres tuvo lugar el jueves entre Ciudadanos, Cáceres tú y PSOE. Por si acaso, el PP ya plantea que Nevado ceda y abandone su puesto de senadora con el fin de conservar el poder en la segunda ciudad más grande de la región.

En Badajoz las charlas entre Ciudadanos y el PP se retomarán el lunes. Hasta ahora no ha habido sintonía, según ha expresado el nuevo concejal de la formación naranja, Luis García-Borruel. Lo último que ha dicho es que ahora mismo la posición de su partido es más cercana al PSOE. Precisamente con los socialistas se reunió el viernes el alcalde popular Francisco Javier Fragoso. En este caso fue una toma de contacto de cortesía. Ninguno se aliará con el otro. En Podemos (Recuperar Badajoz) el jueves decidieron que someterán a consulta entre los simpatizantes si estarían dispuestos a apoyar al PSOE. La consigna marco enviada desde Madrid es que al PP ni agua.

Tanto en Cáceres como en Badajoz continuarán esta semana las citas en despachos y cafeterías. Ya han advertido los regidores actuales que no aceptarán cualquier imposición, pues saben que aún quedan cuatro años que pueden ser un tormento teniendo en cuenta que cada decisión habrá que pactarla.

En Mérida

En Mérida, la otra gran capital, tampoco hay mayoría absoluta, pero la alcaldía parece atada para el candidato socialista Antonio Rodríguez Osuna. Que se convierta en nuevo regidor o consiga aprobar cuestiones relevantes como unos presupuestos también pasa por su capacidad para seducir al menos a uno de los tres partidos de la oposición. Solo así sumará el concejal que le falta para la mayoría absoluta cada vez que la necesite. De cara a la investidura, el PP de Pedro Acedo, al que desaloja del poder, ya ha dicho que no será un obstáculo, asumiendo así su derrota. Es consciente de que solo un pacto anti natura a cuatro bandas lo mantendría en el poder. El éxito es tan improbable que el candidato popular ni siquiera ha iniciado contactos.

Pero no todos siguen el mismo patrón. Otros candidatos de su misma formación, como Bernardino Píriz en Olivenza, el segundo más votado, no da por cerrada la disputa y no descarta apoyar a Izquierda Unida (la tercera fuerza más votada) para que su candidato sea elegido.

Además de esta simbólica plaza por ser el pueblo del líder socialista Fernández Vara, y de las tres principales ciudades extremeñas citadas, hay otras localidades significativas, aunque de menor tamaño, donde la investidura de su alcalde el próximo sábado dependerá de un acuerdo que habrá que cerrar en esta próxima semana.

Es el caso de Jerez de los Caballeros, con un concejal de diferencia entre PSOE y PP y cuatro fuerzas políticas en total; Navalmoral de la Mata, que pasa de cuatro a seis partidos en el pleno y donde el PSOE recuperaría el ayuntamiento 24 años después; o Jaraíz de la Vera, población donde el PSOE ha sacado un solo voto de diferencia al Partido Popular. Habrá que ver en los próximos días hacia donde se decanta elpoder.

En total, hay 70 poblaciones en la región con mayorías relativas pendientes de un acuerdo o el simple compromiso de abstenerse o votarse a sí mismo para no distorsionar el resultado puro de las urnas.

Algunos de los lugares donde el candidato del PP ha sido el más votado, pero el PSOE podría arrebatarle la alcaldía son Logrosán, Talayuela o Brozas en la provincia de Cáceres, y Santa Marta, Salvatierra de los Barros, Talavera la Real o Aceuchal en la de Badajoz. Lo contrario, es decir, donde PP podría gobernar aun habiendo sido el candidato socialista el más votado, sucede en Alcuéscar, Cañamero, Hervás o Miajadas.

En la gran mayoría de ellas no hay previstos pactos contra natura y seguramente se imponga un pacto no escrito que permita gobernar gracias al respaldo de los votos de los vecinos.

Por contra, en una situación más estable, solo diez de las grandes localidades extremeñas no estarán sujetas a vaivenes en esta legislatura al haber logrado el candidato popular, o socialista, mayoría absoluta para gobernar en solitario.

Estabilidad garantizada

Será así en Plasencia (Fernando Pizarro, PP), Trujillo (Alberto Casero, PP), Coria (José Manuel García Ballestero, PP), Almendralejo (José García Lobato, PP), Los Santos de Maimona (Manuel Lavado, PP), Villanueva de la Serena (Miguel Ángel Gallardo, PSOE), Don Benito (José Luis Quintana, PSOE), Zafra (José Carlos Contreras, PSOE), Villafranca de los Barros (Ramón Ropero, PSOE), o Montijo (Manuel Gómez, PSOE).

Otra localidad cuyo regidor disfrutará de una cómoda mayoría absoluta es Alburquerque, donde Ángel Vadillo ha recuperado con éxito en las urnas su anterior partido (Orpo-Organización del Pueblo Obrero) cuando fue expulsado del PSOE al estar condenado por la justicia.

La Asamblea

En la Asamblea de Extremadura la elección de presidente de la Junta está menos emocionante que hace cuatro años, pero el candidato socialista Guillermo Fernández Vara, el más votado el pasado 24 de mayo, sabe que hasta 2019 tendrá que gestionar la comunidad autónoma atendiendo a varios colores políticos.

Vara se reunió el martes con los seis nuevos diputados de Podemos. La cita fue retransmitida en vídeo y ha dejado claro que Podemos vigilará de cerca al Grupo Socialista en estos cuatro años.

Aunque Vara pretende conseguirlo, no necesita su apoyo para convertirse en presidente desde que el PP anunció que se abstendría para dejar que gobernara la lista más votada. Sin embargo, a la vuelta del verano habrá que aprobar los próximos presupuestos regionales, una ley que hay que sacar adelante cada año y que fija a través de partidas económicas la política a seguir.

Podemos (con seis escaños y por tanto decisivo) y Ciudadanos (con uno) se han sentado esta semana con el líder socialista en unas reuniones que se consideran de cortesía. El candidato popular José Antonio Monago será recibido por Vara cuando éste sea investido presidente, lo cual no ha sentado bien en el PP. En este partido el compromiso es dejar gobernar a la lista más votada, pero ya se ha insinuado que en cuanto alguien rompa la baraja no habrá necesidad de cumplirlo. Todo esto hace prever otros cuatro años intensos y emocionantes en la política extremeña.

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