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¿Qué ha pasado hoy, 1 de abril, en Extremadura?

Vara y un alegato por la ética

El candidato socialista a la Presidencia de la Junta aboga por la regeneración moral y políticas al servicio de la gente

PPLL

Miércoles, 1 de julio 2015, 00:24

La intervención de ayer en la Asamblea de Extremadura de Guillermo Fernández Vara como candidato socialista en el debate para investir al nuevo presidente de la Junta estuvo anclada a dos grandes ejes: el de las propuestas programáticas y el del compromiso moral o de ética pública en que anticipó que debe plasmarse y desarrollarse la acción del futuro gobierno regional.

Durante la primera sesión del debate de investidura, que continúa hoy, no se conocieron novedades especiales pues Vara, en línea con su discurso de la propia campaña electoral, incluyó medidas ya conocidas como la devolución del exceso del copago sanitario, la supresión del Consejo Consultivo, la reducción a cinco del número de consejerías, la solicitud de que se paralice la aplicación de la Lomce, etcétera. Quizás la aportación más novedosa residió no tanto en una batería de medidas que deberán materializarse en el día a día, no sin dificultades por cierto, sino en su compromiso con un cambio de gobierno que solo puede afrontarse desde categorías morales y con un proyecto colectivo alejado de personalismos ególatras o soberbias absurdas. Se trata de un empeño, como él mismo señaló, concebido para «servir a la gente». En ese terreno, el mensaje del candidato socialista reforzó la necesidad de una apuesta cristalina por la ética tanto en el fondo como en las formas: cargos políticos que deberán demostrar su ejemplaridad -más allá de los tratamientos de ilustrísimo o excelentísimo- como «prioridad absoluta»; valores como el de la voluntad de diálogo; la defensa de políticas fiscales equitativas; los compromisos con el cooperativismo y pymes; la solidaridad con los más desfavorecidos... Ante todo, Vara defendió la política como un instrumento para servir a la gente, para resolver los problemas del día a día. Con todo y con ello, las palabras de Vara flaquearon cuando, aun tratándose de medidas muy generales o simples bocetos, alguna de sus propuestas mostraba el germen de la contradicción y la debilidad argumental. Planteó por ejemplo la necesidad de la unidad de mercado en España, una unidad de mercado que antes había dinamitado remarcando como objetivo la reducción del número de domingos en los que podrán abrir al público las grandes superficies en la región. Lo argumentó diciendo que esas medidas de liberalización progresiva arruinan al pequeño comercio y no crean empleo. Lo primero no es tan evidente y crear empleo, ¿qué sector ha creado empleo estos últimos años? Lo inquietante es que pone en alerta a empresas y grandes centros comerciales que llevan años invirtiendo y creando puestos de trabajo animadas precisamente por una tendencia contraria que, por cierto, está cada vez más extendida en el país y el resto de Europa. Vara debería reconsiderar seriamente ese punto de su programa.

Por último, no cabe sino saludar la disposición de un candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura que piensa poner «las prioridades del gobierno allí donde están las preocupaciones y los problemas de la gente. Para liderar un proyecto colectivo que permita gobernar el espacio público que compartimos desde el diálogo». Conviene, eso sí, que cuanto antes se ponga manos a la obra con la prioridad número uno: el paro es el principal problema de esta región y la lucha por la igualdad y las conquistas sociales es un camino que se hace mucho menos angosto y cuesta arriba si la mayoría de quienes quieren trabajar lo hacen con seguridad, estabilidad y condiciones dignas.

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