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F. J. NEGRETE
Sábado, 4 de julio 2015, 08:12
Alburquerque. El primer pleno de la legislatura en Alburquerque fue polémico y acabó con su alcalde, Ángel Vadillo, levantando la sesión tras exigir a su partido, Organización del Pueblo Obrero (Orpo), que se retirara su sueldo del último punto del orden del día. Ocurrió tras una interpelación del portavoz de Independientes por Alburquerque (Ipal) Manuel Gutiérrez, que ofendió al regidor.
El punto en concreto establecía los sueldos de los tres ediles liberados y el secretario explicó que el alcalde percibirá catorce pagas de 1.700 euros líquidos, y dos concejales -Cipriano Robles y Magdalane Carrasco- catorce pagas de 1.000 euros líquidos. Por asistencia a delegaciones los ediles del gobierno tendrán 100 euros mensuales y los de la oposición 30 euros por asistencia a plenos.
Gutiérrez manifestó que le parecía excesiva la cifra de tres ediles liberados con el estado económico en que se encuentra el consistorio, y pidió que se diera el coste de cada uno de ellos en bruto para conocer el montante total que destina el ayuntamiento a salarios de cargos políticos.
En ese momento, visiblemente enojado, Vadillo acusó al portavoz de Ipal de querer verlo «como una rata en la calle» y criticó que, pese a «haberse portado bien» con Manuel Gutiérrez, éste quiera «el mal» para él.
El alcalde exigió al secretario que eliminara su sueldo del punto del orden del día y a su grupo que votaran solo a favor del salario de los otros dos ediles, y dijo que él no cobrará hasta que «Gutiérrez haga una rectificación de sus palabras».
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