La encrucijada de Acorex

Acorex, la principal cooperativa de la región y actualmente en preconcurso de acreedores, se plantea una quita de más del 30 % de su deuda, básicamente en manos de entidades financieras y de la Junta de Extremadura a través del grupo público Avante. Tal vez sea el momento de afrontar de una vez el problema de esta cooperativa que integra a miles de familias extremeñas. Y para que resulte creíble será preciso que se tome conciencia de dos circunstancias. La primera, que además de la quita de deuda que asuman los bancos, necesariamente se deberá producir otra en proporciones equiparables por parte de los propios cooperativistas y de otros acreedores financieros. En segundo lugar, que la quita asumida por la Junta de Extremadura -si se llegara a materializar- comporte explicaciones detalladas y argumentadas, transparentes al máximo, para evitar cualquier agravio comparativo o sentar precedentes comprometedores. Aun encarnando, como le corresponde, el interés de toda la región, la Junta deberá ser exquisitamente convincente a la hora de justificar los motivos por los que condona o capitaliza la deuda a una determinada empresa con el dinero de todos los extremeños. Una última reflexión al hilo de los acontecimientos: quienes insisten en el carácter depredador de los bancos deben pensar cuál es ahora su papel, teniendo en cuenta que además de guardianes de los depósitos de sus clientes se ven también comprometidos por el riesgo de los créditos que conceden.