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Sábado, 8 de agosto 2015, 08:19
«En esta gasolinera me atracaron, me pusieron el cañón de la escopeta entre las cejas, pero lo de anoche fue terrorífico, pasé los peores 15 minutos de mi vida». Nolasco Falcón (48 años) lo cuenta a la puerta de su gasolinera de Iber Doex, una referencia en la comarca.
«Me fui a Acebo a las once, pero según llegué vi la lengua de fuego que venía y cogí a mis dos hijos, de ocho y trece años, y a mis suegros y me volví al negocio». «Los suegros -sigue- se llevaron al pueblo a los críos, que me pedían por favor que no me quedara en la gasolinera». El fuego rodeó la estación de servicio, protegida por cuatro retenes. «Pasamos -concluye- 15 minutos de auténtico miedo, el viento era un huracán, y el sonido del fuego...».
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