Cuando solo puedes esperar mirando el humo

Los brazos cruzados y la mirada en el horizonte. Las imágenes de los vecinos de la Sierra de Gata observando el humo mañana y tarde reflejan la impotencia de una espera que parece interminable. Tres días ya deseando escuchar que el fuego se ha apagado y que pueden volver a sus casas.

Entre tanta devastación los gestos de solidaridad son los más valorados como el reparto de comida entre los que han sido desplazados. A las sedes donde se refugian también ha llegado ropa y otras donaciones que tratan de hacer un poco más leve su espera.

Una imagen repetida en este incendio son los controles en las carreteras para evitar que los vecinos accedan a las zonas más peligrosas. Hasta seis calzadas cacereñas se han visto afectadas por el fuego y permanecen cerradas.

Las mascarillas también se han convertido en un elemento más en la vida diaria de esta sierra. El humo se deja nota a kilómetros de los focos en activo y muchas personas deben usar esta protección para evitar problemas de salud.

Así mismo, los residentes de la Sierra de Gata se están acostumbrando a la presencia de los periodistas que estos días invaden sus pueblos. Medios regionales y nacionales se han desplazado a la zona para informar sobre este incendio de grandes dimensiones. Los propios afectados siguen continuamente las noticias con la esperanza de escuchar pronto que la pesadilla se acabó.

Otra de las estampas de estos días son los animales desorientados o huyendo del fuego a la carrera. Ha habido varias explotaciones ganaderas arrasadas y a falta de cuantificar los daños, se ha confirmado que hay muchos que no han podido escapar del incendio.