Calle Rafael Chirbes

Valverde de Burguillos tiene 302 habitantes. Es un pueblecito pequeño y sencillo, de casitas bajas y blancas, situado junto a la carretera que lleva de Zafra a Fregenal. A nadie que pase por Valverde se le ocurre pensar que en este lugar vivió durante 12 años uno de los grandes escritores de la literatura contemporánea europea: el novelista Rafael Chirbes.

Chirbes es un escritor de primer orden, tanto para la critica como para el público, en Alemania desde hace años. En España le costó un poco convertirse en un escritor reconocido. Era valorado por la critica y para los letraheridos. Eso que llaman un escritor de culto, es decir, muy valorado, pero poco leído.

Cuando su novela 'Crematorio' se convirtió en serie de televisión, el reconocimiento le llegó de improviso. He visto recientemente esa serie y me ha parecido de lo mejor de la historia de la televisión en España.

Desde que la vi, su sintonía, 'Cruzando el paraíso' cantada por Loquillo, acompaña mis paseos y me resulta gratificante caminar mientras evoco imágenes de la serie y párrafos de 'En la orilla', la última novela publicada en vida por Chirbes. En esas novelas, anticipa la crisis económica y sus consecuencias políticas y sociales. Asombra lo bien que profundizó en el tema cuando casi nade hablaba de la dichosa crisis.

Hace unos meses, visité Valverde de Burguillos y conocí a los amigos de Chirbes y la casa donde vivió el novelista. Me acompañó Alejandro Nogales, gran amigo del escritor y la persona que le preparó su última comida. «Fue el 7 de agosto de 2016, viernes. Subí unas coquinas y unas gambas a su casa de Beniarbeig, otro pueblo tan apartado como Valverde, aunque en Valencia. Preparamos un arroz a banda y nos lo comimos con dos botellas de vino. Fue el último día que comió», me contaba el exdiputado extremeño de Izquierda Unida.

Rafael Chirbes se vino a vivir a Valverde de Burguillos porque lo convenció su amigo Paco Coco Ramírez, vecino del pueblo. Me contaba Paco que había conocido a Rafael en un bar del madrileño barrio de La Latina. «Al día siguiente, me lo encontré en la calle acompañado de dos personas que querían sacarle dinero. Los eché de allí, él quedó muy agradecido y nos fuimos a tomar algo. Era 1988, acababa de publicar su primera novela, buscaba un sitio tranquilo para seguir escribiendo. Yo le hablé de Valverde y de la casa de mis padres, que estaba en venta. Nos vinimos, compró la casa y se instaló aquí. Escribía y salíamos al campo a coger espárragos», detallaba Paco.

Valverde de Burguillos quiere reconocer a su vecino temporal, al gran novelista del que se publicó en enero una obra póstuma, 'París-Austerlitz', novela corta en la que se relatan aspectos íntimos de la vida en París de Rafael Chirbes. Para homenajearlo, el Ayuntamiento de Valverde de Burguillos ha organizado una velada literaria y otros actos, que se celebrarán a partir de las 10.30 de la mañana del próximo 11 de junio.

El homenaje se abrirá en la Casa de Cultura de Valverde con una lectura de textos de Chirbes. Carlos Delgado, alcalde socialista del Valverde, un joven periodista de 33 años, me cuenta que, tras la velada literaria, la comitiva se trasladará a la calle Plaza, donde vivió el novelista, para descubrir una placa con el nuevo nombre de la calle: Rafael Chirbes.

No sé si a Chirbes le habría gustado este homenaje en vida. Era un hombre muy reservado, tanto que cuando su nombre empezó a sonar como posible becado por la Junta de Extremadura, se sintió incómodo y él, que nunca aceptó una subvención y donaba el dinero de los premios que recibía, decidió que había llegado el momento de cambiar de aires. En las Navidades del año 1999-2000 se fue de Extremadura a Valencia. Cada año venía un par de semanas a ver a sus amigos de Valverde y Zafra. Ahora, su memoria permanecerá en los libros y en el nombre de una calle de Valverde de Burguillos.