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«Fee: 180K € + 2% sobre CA anual». Esto no es un acertijo, sino una de las pruebas que maneja la Guardia Civil para incluir al alcalde de Almendralejo, dos concejales, un técnico y siete empresarios en el caso Púnica, el penúltimo escándalo de corrupción que implica a políticos y empresarios en el cobro de comisiones por la adjudicación de contratos públicos en España. En castellano, esa nota, que fue encontrada en uno de los correos de la empresa Cofely, la que quería quedarse con el contrato de alumbrado de Almendralejo, quiere decir ni más ni menos lo siguiente: tasa o comisión de 180.000 euros más el 2% sobre CA anual.
Hay más datos que abundan en cómo se estaba pactando el pago de comisiones de la empresa y los políticos. «Y luego, en un apartado, con Pepe, pues estuve hablando un poco lo que tú me contaste, no... en el conjunto del 2% ese que me dijiste, sino diciéndole que tú habías buscado otra partida que ya le cuantificarías y ya le dirías cómo quedaba, ¿eh?, con lo cual, pues mucho más reforzado», le dice el mediador Evaristo Núñez a Pedro García (Cofely) en una conversación grabada por la Guardia Civil. El ‘Pepe’ del que hablan no es otro, según la Guardia Civil, que José García Lobato, alcalde popular de Almendralejo.
Para la UCO, que ha elaborado un detallado informe de 124 páginas en el que da cuenta de cómo se gestó la adjudicación de ese contrato de eficiencia energética, no hay duda de que esos correos y esa llamada en la que se vuelve a hablar del 2% se refieren al cobro de comisiones por parte de los políticos y conseguidores a cambio de entregar a Cofely el contrato de alumbrado eléctrico de Almendralejo, 20 millones de euros por un periodo de 15 años.
Año 2013 El Ayuntamiento de Almendralejo decide sacar a concurso el contrato de alumbrado público y eficiencia enérgética. Según los documentos de que dispone la UCO, el pliego de condiciones es elaborado por la empresa Cofely, interesada en la adjudicación.
Julio de 2014 Se licita el concurso por 20,2 millones de euros. Concurren dos empresas, Cofely e IMESAPI.
27 de octubre de 2014 La Guardia Civil detiene a 51 personas, entre ellas Francisco Granados y seis alcaldes en la operación Púnica. Entre la multitud de registros que hace está el del Ayuntamiento de Almendralejo. La Audiencia Nacional ordena paralizar el concurso de alumbrado que estaba previsto adjudicar en las semanas inmediatas.
Agosto de 2015 El juez levanta parcialmente el secreto del sumario y se conoce que el alcalde de Almendralejo viajó a París en noviembre de 2013 invitado por la empresa matriz de Cofely. Le acompañaban otros alcaldes, algunos de los cuales fueron detenidos en el marco de la operación Púnica.
31 de enero de 2017 José García Lobato declara en calidad de investigado ante la UCO en Mérida. El alcalde se muestra tranquilo y asegura que el caso acabará archivado
21 de junio de 2017 La UCO entrega en el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional el informe sobre Almendralejo. El juez debe decidir si continúa la investigación
¿Por qué la UCO mantiene la acusación sobre el alcalde de Almendralejo si la adjudicación del contrato no se llegó a consumar? El juez García Castellón, que es el destinatario de ese informe, es quien tendrá la última palabra sobre las responsabilidades penales del caso ‘Cofely-Almendralejo’.
Pero al margen de cuál sea su decisión, lo que el informe de la Guardia Civil prueba es que la relación del regidor de Almendralejo –cuyas declaraciones ante los investigadores también incluye en varias ocasiones– con Cofely fue muy estrecha, estuvo relacionada con aspectos concretos y decisivos del concurso y ello sucedió con mucha antelación respecto a su publicación.
El expediente de la UCO, al que ha tenido acceso HOY, detalla paso a paso cómo se gestó la adjudicación del contrato y quiénes y cuándo intervinieron en el proceso. Si hablamos de quiénes, tenemos dos personajes clave: el alcalde José García Lobato, que según los investigadores se deja querer por la empresa Cofely y presiona a técnicos municipales para que aceleren la adjudicación del contrato, y el director de mercado público de Cofely, Pedro García Pérez, que mueve todos los hilos, intermediarios incluidos, para que el contrato de alumbrado se redacte como quiere Cofely (a imagen y semejanza del de otros municipios que ya han conseguido) y se le adjudique finalmente.
Como ya está publicado, estuvieron a unos días de conseguirlo, pero el caso explotó cuando un guardia civil borracho se fue de la lengua en Madrid y le contó a Francisco Granados y sus compinches que estaban siendo investigados. El juez aceleró las órdenes de detención de los implicados y los registros, incluidas las oficinas del Ayuntamiento de Almendralejo. Era el 27 de octubre de 2014 cuando Francisco Granados y su socio David Marjaliza daban con sus huesos en la cárcel.
Curiosamente, solo tres días antes de esta operación, el 24 de octubre de 2014 a las 11 y 17 minutos de la mañana, la UCO grababa una conversación entre Pedro García (ya saben, el jefe de Cofely para Almendralejo), y Evaristo Núñez Milara. Este es un personaje que apenas ha aparecido hasta ahora en la prensa, pero que es también clave en el caso junto con Enrique Salas. Los dos son empresarios y mediadores entre Cofely y los políticos municipales. La UCO los califica como «fundamentales». Tienen una empresa llamada Makeba consultores. Poseían además otra empresa, Keril Energía, con sede central en Madrid y una delegación en la calle A Rúa 2, 1ª planta de Almendralejo.
En esa llamada del 24 de octubre Evaristo le cuenta a Pedro García que Pepe (García Lobato) le ha asegurado que el pleno en el que se va a aprobar la adjudicación ya está convocado y que ya ha hecho el calendario con el secretario y el interventor. En esa conversación hablan incluso de una de las demandas que ha hecho el alcalde, que Cofely pague el alumbrado navideño de la ciudad. Evaristo lo da por hecho: «Bueno, coño, que lo voy a preparar yo antes, y si hace falta saldrá de otro lado. A mí eso no me preocupa, es una gilipollez de 30.000 euros, ¿eh?»
Como se sabe, las detenciones se precipitaron y no hubo ni pleno de adjudicación ni luces de Navidad pagadas por Cofely. Según informó en su momento Gloria Casares, corresponsal de HOY en Almendralejo, la empresa que puso la iluminación navideña fue Henry, Iluminaciones Artísticas, a la que se le adjudicó el contrato por un coste de unos 18.000 euros, un precio similar al del año anterior. Nada que ver con los «regalos navideños» de Cofely.
Pero en octubre de 2014, cuando la adjudicación del contrato de los 20 millones de euros estaba a punto de caramelo, la UCO ya tenía muchos datos sobre cómo se estaba fraguando esa operación. Tenía pinchado el teléfono de Pedro García y sabía que el pliego de condiciones del concurso del alumbrado se estaba redactando a la medida de Cofely.
La licitación del concurso se publicó de hecho en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz (BOP) el el 15 de julio de 2014 y solo concurrieron dos empresas, Cofely e IMESAPI. Endesa envió un burofax al Ayuntamiento (que encontró la Guardia Civil en su registro), en el que decía que estaría interesada, pero que era muy corto el plazo de presentación de ofertas. Sin embargo (siempre según el informe de la UCO), para Cofely los plazos no eran cortos, dado que había elaborado su oferta antes de que se convocara públicamente el concurso gracias a la información privilegiada que le había pasado el Ayuntamiento.
La Guardia Civil tiene correos que demuestran que a Cofely se le estaba informando puntualmente desde marzo de 2013, más de un año antes de que se abriera el concurso. Tan estrecho era el contacto del alcalde García Lobato con Cofely (a menudo a través del mediador Evaristo Núñez) que incluso le pasa los correos que le manda un técnico municipal, Francisco Rebollo, con los reparos que éste le pone a las auditorías sobre el gasto de electricidad.
Aquí tenemos a otro de los protagonistas del caso, el ingeniero Francisco Rebollo, responsable a la sazón del servicio de alumbrado de Almendralejo y al que el alcalde acaba apartando de sus funciones a medida que empieza a ponerle pegas sobre cómo se está elaborando ese pliego de condiciones. Rebollo no ve claro el proceso y denuncia al alcalde que las mediciones que se están haciendo en las auditorías sobre consumo no son reales. Según declaró ante la UCO, se contemplaba un aumento del consumo de electricidad de un 30% que no era cierto. Es decir, se estaba inflando el consumo para después justificar un precio del contrato más alto.
Los correos del ingeniero municipal Rebollo no solo no sirven para frenar un concurso que él ve sospechoso, sino que acaban en manos de Cofely, que incluso critica el celo que pone el funcionario en rebatir sus mediciones y proyectos.
Cofely también recibe el informe que hace la Agencia Extremeña de la Energía sobre la propuesta de contrato de electricidad de Almendralejo. En un escrito firmado por Carolina Grau, que era entonces directora general de Industria y Energía, se detallan todos los problemas que tiene el pliego: desde el hecho de que no establece un requerimiento de ahorro a que el contrato dura demasiado. Se establece un plazo de quince años cuando la Agencia recomienda que sean, como máximo, de ocho o diez. Las pegas que pone la Agencia de la Energía no le sientan bien a Pedro García, que en cuanto recibe el correo, reenviado por el alcalde, pide a su empresa que actúe: «Hay que preparar urgentemente un informe rebatiendo los comentarios incluidos en el documento adjunto», le escribe a Gaëla Hammon (directiva de Cofely).
La UCO reitera en su informe uno de los datos que refuerzan la idea de que el concurso estaba hecho a la medida de Cofely: el pliego es copiado del de otros pueblos donde ya han han ganado concursos similares, como Parla o Collado.
La copia es tan fiel que en ese ir y venir de correos electrónicos entre la empresa, los intermediarios y el Ayuntamiento con los borradores del contrato, Pedro García, el directivo de Cofely, le advierte a Gonzalo Parra, de Electrificaciones Parra, que actúa como asesor externo del Ayuntamiento (un secundario local al que la UCO también acusa) de un error de bulto: las condiciones climáticas que se ponen en el pliego son las de Madrid, y no las de Almendralejo, que es lo que corresponde. Ese correo tiene fecha del 9 de junio de 2014 a las 15.34. Es decir, un mes antes de que el Ayuntamiento publicase en el BOP el concurso. El hecho de que se copiasen íntegramente los contratos de localidades madrileñas explica esa metedura de pata.
La evidencia de que Cofely no solo estaba al tanto de cómo se elaboraba el pliego del concurso de alumbrado, sino de que lo confeccionaba la propia empresa, es abrumadora en la documentación de que dispone la Guardia Civil, ya en manos del juez. Los innumerables correos que se cruzan entre los investigados lo demuestran. Pero hay un dato más revelador si cabe: Cofely introduce en el pliego la fórmula matemática que le garantiza que se va a quedar con el concurso. La UCO lo explica textualmente: «Es la misma utilizada en licitaciones investigadas en el marco del presente procedimiento como por ejemplo las de Parla, Serranillos del Valle o Collado Villalba, en las que Cofely resulto ser la adjudicataria».
¿De qué fórmula mágica estamos hablando? Muy sencillo, la que le asegura que aunque su oferta económica sea más cara, ganará el concurso porque los criterios que deciden la adjudicación dependen de juicios de valor que también han sido fijados por Cofely.
La fórmula en cuestión, tan complicada como una ecuación matemática, indescifrable para legos, se recoge en el informe y es la siguiente: (30* (Ofme)/(Oft+(0,01*(Oft-Ofme)). Según declaró la directora de Back Office de Cofely, Gaëla Hammon, en la Audiencia Nacional, la inventó ella y garantiza que las ofertas más baratas no ganan los concursos porque el precio se valora muy poco. Son los aspectos que pacta Cofely con los ayuntamientos los que pesan más en las adjudicaciones.
En octubre de 2014 Cofely tenía la certeza de que el contrato de Almendralejo no se les escapaba. Tan seguros estaban que Pedro García le promete a su jefe, Constantino Álvarez, colocar en la ciudad a un trabajador de la Petroquímica de Badalona que quiere volverse a Extremadura, que es su tierra. Álvarez (Tino en las escuchas) le dice que sería «una buena jugada para ganarse puntos con el sector de Comisiones (al que pertenece el trabajador) y con el sector petroquímico».
Cofely está tan convencido de su éxito en Almendralejo que no teme tampoco que la denuncia contenciosa que ha presentado el PSOE de Almendralejo por las irregularidades del concurso salga adelante.
«Por cierto, los cabrones del PSOE siguen ‘palante’ con la demanda de la impugnación a pesar del informe del secretario», le informa Evaristo a Pedro García en una conversación que mantienen el 7 de octubre.
Aunque están seguros al «100%» según dicen en las conversaciones interceptadas, las escuchas de la UCO también prueban que sus directivos tenían prisa porque no se acababa de aprobar la adjudicación y empezaban a ponerse nerviosos.
–«Llevan, llevan dos meses para analizar dos putas ofertas», se le queja Pedro García (Cofely) a Evaristo Núñez en una conversación del 17 de octubre.
–«Ya, ya, pero ya sabes cómo son», le responde Evaristo. En la misma charla le cuenta que ha estado hablando con el concejal Luis Alfonso Merino y que este le ha insistido en que paguen las luces de Navidad.
El mismo día, Pedro García habla con el alcalde y este le hace otra petición, que Cofely patrocine un campeonato de kárate en febrero en Almendralejo. García sigue metiendo prisa para la adjudicación.
–¿Habrá alumbramiento en breve? (pregunta Pedro García)
–Eh, yo espero que sí, ahí están con los forceps (García Lobato).
–Joder.
–No comment, venga.
–Venga.
–Un abrazo, Pepe.
–Un abrazo fuerte Pedro, buen fin de semana.
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