Mar de fondo por la contratación de Redondo en el PSOE

La puesta en escena de ayer, con abrazos, besos, 'selfies' y los cargos principales del partido arropando a Pedro Sánchez quería demostrar que tras el proceso interno de primarias que empezó por la cúpula y aún no ha concluido, las heridas han cicatrizado. Es cierto que el liderazgo de Sánchez crece entre cargos y militantes del PSOE allá por donde pasa. Sin embargo, ayer nadie negaba que desde hace una semana hay en Extremadura un mar de fondo en torno a su secretario general debido a la contratación de Iván Redondo, consultor político que empezó trabajando para el popular José Antonio Monago en la campaña de 2011 hasta que este lo hizo jefe de su gabinete con rango de consejero. La conclusión es que quien puso todo su empeño en devastar el socialismo extremeño trabaja ahora para Sánchez. La noticia se ha conocido esta semana y el runrún es inevitable. Muchos incluso decían molestos ayer que hace meses que esta relación profesional existe y ha sido ocultada. Al margen de la fecha en que empezó Redondo a trabajar para el PSOE, los militantes extremeños movían ayer la cabeza en tono de desaprobación por esta decisión. Para unos no es más que un profesional que está enseñando a interpretar encuestas y ahora le toca trabajar en las filas socialistas. Para otros, una puya de Sánchez consciente de que molestaría a Vara y su entorno. Y aunque otros socialistas presentes ayer en el acto piensan que el fichaje de este asesor a quien más debe preocupar es al PP extremeño debido a la gran cantidad de información que debe poseer Redondo, la realidad es que tener a este consultor político, jefe de gabinete de Monago hasta mayo de 2015, incomoda en el PSOE extremeño.