"Como no soy guapo he tenido que espabilarme"

- Ahora regresa como el director escénico del musical 'Priscilla', que se estrena en octubre en Madrid. ¡Usted no para!

- Sí, y además el musical 'Priscilla' se parece mucho a mí, porque es un espectáculo que te hace feliz, con mucha energía, muy positivo... pero para hacer todo eso detrás hay mucho trabajo. Yo vendo alegría, humor, simpatía... pero trabajo mucho, como el que más.

- ¿Tiene usted mucho de ángel? ¿O es más demonio?

- Sí, de ángel. De demonio algo pero un demonio bueno, porque a mí la maldad no me gusta. Y no soy de cotillear ni criticar.

- Por cierto, ¿le duele mucho la garganta de gritar?

- No me he quedado afónico nunca en mi vida. Además, no grito tanto. En la televisión sí que grito, pero cada vez menos. Ya no tengo tanta fuerza para subirme a la mesa y pegar los gritos que pegaba cuando era más joven.

- ¿Y la gente le sigue pidiendo por la calle que grite?

- Ya no. Como ya me voy haciendo mayor, debo poner cara de amargado y cada vez me dicen menos cosas (risas).

- «Sácalo, sácalo...». ¿A qué político se lo decimos ahora?

- A Pedro (Sánchez), que acaba de llegar al PSOE y ahora es el momento para que lo saque todo.

- ¿Y a Artur Mas qué le decimos?

- Sácalos, sácalos.

- En una 'Operación Triunfo' de políticos, ¿quién daría más el cante? ¿Quién ganaría?

- No lo sé. La verdad es que no me interesa la política.

- Dicen que los políticos interpretan bien. ¿Son buenos actores?

- Sí, porque mienten todos... y la gente quiere creer lo que dicen. No entiendo por qué la gente se cree las mentiras.

- ¿Cuándo se pone serio?

- Muchas veces; y trabajando siempre.

- Y usted iba para empresario...

- Como empresario creo que hubiera sido trabajador y divertido a la vez. Trabajar mucho no supone estar serio.

- Pero es un poquito mandón, ¿no?

- Sí, soy capricornio. Me toca mandar y a mí me gusta mandar. Pero soy un superbuen jefe; es un mandar guay, no imponer.

- ¿De qué es un maniático?

- De la puntualidad y la higiene.

- Ya tiene 40 años, pero usted tiene mucho de Peter Pan, ¿no?

- Yo soy joven, el que envejece es mi cuerpo. Eso sí, cada vez se va notando más la diferencia y cada vez soy más Peter Pan.

- ¿Se pone muchas veces a dieta?

- Dos veces al año. Me gusta mucho comer y entonces doy rienda suelta, engordo, y después me pongo a adelgazar. Mis amigos me dicen que soy como un acordeón porque soy capaz de perder o ganar diez kilos.

- ¿Y sigue siendo míster Magdalena?

- Cada vez como menos dulces. Me distrae hacer pasteles cuando estoy relajado, pero últimamente no tengo tiempo de nada. Me gusta más hacerlos que comerlos.

- Pero ponerle a una magdalena beicon no suena muy bien...

- ¡Pues estaba buenísima! Hay que innovar, y la imaginación es lo que nos salva de todo.

- ¿Qué tal su curva de la felicidad?

- Aumentando poquito a poquito. Ahora tengo que cuidarme, cosa que antes no hacía.

- Debe de ser casi el único español al que no le gusta el fútbol...

- Yo hago deporte obligado tres veces a la semana porque mi cuerpo lo pide. No me gusta nada ni hacerlo ni verlo. Y nada de fútbol.

- Lo vemos hiperactivo, pero dicen que es un perro pachón...

- Pues sí. No soy vago, pero me gusta descansar. Como me paso el día trabajando, cuando llego a casa lo que me gusta es no hacer nada.

- ¿Se tumba en el sofá y allí pasa las horas o qué?

- Muchas veces estoy con mi perro al lado y le digo: estamos haciendo lo mismo. No veo la tele, ni leo un libro, no veo una serie ni por internet... ¡Nada!

- Tiene formación de actor, ¿para cuándo su salto al cine?

- Es una cosa que no me ha llamado mucho la atención.

- Tiene una fijación con Richard Gere, ¿cómo lo lleva para convertirse en él?

- Mal, porque es muy atractivo y yo nunca lo seré. Cuando eres feíllo, en la vida tienes que ser simpático, agradable, ingenioso... Cuando eres guapo tienes mucho ganado. Como nunca he sido guapo he tenido que espabilarme.

- ¿Cómo van sus gafas de pega? Porque no las necesita...

- Pero no lo cuentes... (risas)

- Hipocondríaco, ¿qué le dice su médico de cabecera?

- Que estoy mal de la cabeza, de ahí lo de cabecera (risas). Siempre tengo algo y esta semana es la rodilla.

- Lo mismo le afecta no tener las muelas del juicio...

- Me las he quitado... pero no he perdido el juicio. No lo pierdo nunca, soy capricornio.