Carolina Herrera y la boda de su hija en Cáceres

Para poder celebrar su boda en la hacienda, El Litri había hecho construir una pequeña capilla a la que sólo tuvieron acceso sus familiares más cercanos y amigos más íntimos, el resto de los invitados siguió la ceremonia desde el exterior dado el reducido espacio del templo.

En todo momento la pareja manifestó su deseo de contraer matrimonio en la intimidad y lo consiguió al celebrarlo en su propia finca. Fue un acontecimiento de relumbrón, que hizo que nos visitaran numerosos guiris, de los que habitualmente pueblan el papel couché, y las crónicas televisivas. La revista Hola, publicó un extenso reportaje.

El novio entró en el templo del brazo de su madre y madrina, Conchita Spínola, con una elegante mantilla de color claro, y la novia lo hizo precedida de los niños que formaban el cortejo nupcial, vestidos también por Carolina Herrera , y del brazo de su padre y padrino, Reinaldo Herrera.

Tras la ceremonia, los cerca de 600 invitados fueron obsequiados con un cóctel al que siguió una cena servida en la carpa ubicada delante de la vivienda.

Entre los asistentes, destacaron grandes amigos de la pareja como Paloma Cuevas y Enrique Ponce, el príncipe Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla y Paloma Segrelles.

También compañeros de profesión del torero como Rafa Camino y su mujer Natalia Álvarez, Arantxa del Sol y Finito de Córdoba y Francisco Rivera Ordóñez y Eugenia Martínez de Irujo. Curiosamente, si bien Francisco y Eugenia acudieron por separado a la boda de sus amigos, se alojaron el día previo en el mismo lugar.

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