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MARTA PÉREZ GUILLÉN
Lunes, 29 de diciembre 2014, 07:35
A tan solo unos días de una de las noches más esperadas del año pocos son los emeritenses que aún no tienen cerrados sus planes. La mayoría de los establecimientos de copas de la ciudad ultiman las ventas de las entradas, en caso de que no lleven semanas agotadas.
En Nochevieja manda el ideal de que para gustos los colores, y en este sentido la ciudad ofrece diferentes alternativas para los que quieren despedir e iniciar el año sin perder sus costumbres y sentirse en un ambiente a su medida. Aún así, y aunque las opciones resultan de lo más variadas, impera una constante entre los bares de copas. La mayoría, por no decir todos, apuestan por la entrada con consumiciones incluidas con descuentos atractivos. Atrás quedó el tradicional cotillón, que llegaba a costar de 30 a 50 euros. Al menos, atrás quedó para los jóvenes.
Ellos se decantan por la tendencia de rotar por los diferentes bares y zonas de la ciudad, pagando por las copas seguras que esa noche piensan beber, aunque después caiga alguna que otra. Los empresarios a su vez se aseguran un aforo completo que puede dejar de serlo por el ir y venir de los asistentes, lo que les permite al mismo tiempo poder abrir las puertas para que entre clientes de otros sitios.
Una de las zonas más demandadas y concurridas de la ciudad, donde el centro neurálgico no es otro que el Arco Trajano, desde hace unos años apuesta por la tendencia de entrada más consumiciones y nada de cotillón. Ángel Campos, responsable de comunicación de Diversis, uno de los locales con más éxito de la zona, que se ubica en las traseras de la Concatedral de Santa María, indica que aunque al principio dudaron sobre cómo abordar la fiesta, al final optaron por precio de entrada más consumición.
«Sabemos que lo que le gusta ahora a la gente es rotar de un sitio a otro, de esa manera no limitamos a nadie y para nosotros es una apuesta segura», explica Campos, quien añade que el precio, 16 euros, comprende dos consumiciones.
En el caso de Diversis, las entradas se agotaron poco después de que salieran a la venta. «La expectación ha sido increíble, estamos muy contentos en ese sentido», explica el responsable de comunicación del local.
El público que apuesta por esta zona de la ciudad, donde se ubican Garoa, Barocco y Bow entre otros, se corresponde con edades de entre 25 y 35 años, y se decantan por la música comercial. Pero no todos son amantes de los grandes éxitos. Para ellos, los que prefieren música alternativa, el centro sigue ofreciendo opciones.
Indiependent Club ofrece eso y mucho más. Al igual que en Diversis, pocos días duraron las 250 entradas que se pusieron a la venta. «Con el interés de la gente hubiera llenado dos locales», explica Francisco Neila, uno de los socios .
En este caso, dos son los modelos de entradas que ofrecen. «Una de 10 euros, con una consumición, y otra de 20 euros, con cinco copas», explica Neila. Añade que con esta última oferta, más que poner las copas a un precio económico la idea era que el cliente pagara cuatro copas y el local invitara a la quinta. Una idea que también parece que funciona.
Sobre apostar o no por el cotillón, Neila lo tiene claro. Opina que supone un gasto extra para ambas partes. Para el que paga, porque no termina de amortizar el precio, y para el empresario, porque malgasta dinero en alcohol. «No creo que salga rentable», indica.
El público que apuesta por la música alejada de la convencional, indie y alternativa, se corresponde con los más jóvenes. Neila indica que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en ese sentido. «Tenemos de entre 23 y 25 años, y después de 30, hay sitios para todas las edades», recalca. Un perfil que se asemeja a otro local que se aventura por el mismo estilo de música, Oveja Negra.
Cotillón en hoteles
Aunque en los pubs y locales de copas de la zona centro impere pagar por consumiciones, lo cierto es que el cotillón sobrevive, y lo hace entre salones de hoteles.
El Velada, que el año pasado después de dos sin ofertar cotillón apostó de nuevo por esta tradicional manera de despedir el año, ofrece de nuevo el paquete de cena de gala más barra libre, música en directo y habitación. «Para los que se decantan solo por el cotillón, el precio es de 30 euros», explica Ana Belén Álvarez, responsable de comunicación del hotel. El año pasado contaron con un aforo de 250 personas. «En esta Nochevieja esperamos igualar la cifra», indica.
Pachangueo, indie u orquesta. Entrada, bono o barra libre. Para gustos, los colores. Y aunque conseguir entradas a estas alturas puede resultar más que complicado, pero no imposible, siempre quedarán los típicos locales que abren sus puertas de par en par, y gratis.
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