Suspendido definitivamente el juicio por el tiroteo en el que fallecieron dos personas en Mérida

El juicio por el tiroteo en el que fallecieron dos personas en agosto de 2011 en Mérida ha quedado suspendido definitivamente.

La razón de esta medida es que uno de los acusados, familiar de las dos víctimas mortales, ha alegado baja médica. Ha aportado informes de Barcelona, ya que está ingresado en un hospital de Cataluña. Finalmente, se ha acordado fijar un nuevo juicio para el 8 de mayo.

La Fiscalía ha pedido que el acusado vaya a la cárcel hasta la celebración del juicio para asegurar que asiste a la cita judicial. Otros abogados han solicitado que se envíe a un forense para acreditar su estado de salud y que después se decida qué hacer. Será la Audiencia la que decidirá qué ocurre finalmente.

Hechos

Estaba previsto que el juicio empezase ayer lunes, pero se aplazó porque faltaba el acusado que está ingresado en un hospital de Cataluña. Doce personas, once de ellas miembros de una misma familia, se iban a sentar en el banquillo de los acusados de la Sección III de la Audiencia de Badajoz, ubicado en la capital extremeña, por delitos de asesinato, homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas, por unos hechos ocurridos en agosto de 2011 en Mérida.

Las desavenencias surgidas entre dos familias afincadas en Mérida, a raíz de la separación de un matrimonio integrado por miembros de ambas, finalizó con un tiroteo en el que fallecieron Isabel V., de 70 años, y su hijo Joaquín V., de 38, y otras dos resultaron heridas.

En concreto, serán juzgados del 16 al 19 de enero once miembros de una familia y una persona del segundo clan familiar, al que pertenecían los dos fallecidos en el tiroteo, ocurrido el 3 de agosto de 2011 en el barrio de San Lázaro de la capital emeritense.

La noche anterior al tiroteo se vivió un enfrentamiento que concluyó con un disparo al aire por parte del clan que acabó causando las dos muertes. Para el día siguiente se concertó un nuevo encuentro. Tras lo ocurrido, miembros de la familia rival se desplazaron a Mérida desde Cataluña armados por prevención. No han podido ser identificados.

En la mañana del día 3 una comitiva formada por al menos siete personas se dirigió a la vivienda de la familia que realizó el disparo, que sabía que venía apoyo desde Cataluña y por eso había acumulado numerosas armas. En un primer momento, se manejó la versión de que se produjo una discusión en el interior de un piso, tras lo que comenzó el tiroteo. Sin embargo, la Fiscalía sostiene ahora que fueron rechazados y empujados cuando se disponían a subir las escaleras del edificio. En el momento en que se dieron la vuelta, José M., considerado el patriarca, disparó en la cabeza a Isabel V., quien falleció en el acto. Se inició en ese momento un tiroteo, con miembros de un clan parapetados desde su vivienda y los del otro respondiendo desde la calle.