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JESÚS CALDITO GRAGERA
Miércoles, 28 de junio 2006, 02:00
Un concejal comunista de El Ferrol, refiriéndose a la estatua ecuestre de Franco que había en una plaza de su ciudad, hace ya tiempo dijo: «El caballo no come y el jinete está muerto; dejemos la estatua donde está». Persona razonable y justa con la memoria histórica, sencillamente expresó lo que hubiera dicho cualquier español de bien.
Franco está muerto. Un militar con grado de Generalísimo y Jefe del Estado. En su testamento reflejó un sentido paternalista y expresó deseos de paz para los españoles; él nos dejó las llaves de las puertas de la libertad en una sociedad libre y democrática con la garantía de una monarquía parlamentaria encarnada en el Rey Don Juan Carlos I.
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