Mucho tiempo para poco entretenimiento en la primera de feria en Mérida

Dos horas y media en una plaza de toros es mucho tiempo y más si el personal anda por allí medio aburrido o bostezando porque no hay manera de que lo entretengan. Y el caso es que la cosa comenzó bastante decentemente- digamos que comenzó de día y acabó con la luna en todo lo alto, pues los dos primeros toros prometían una buena tarde, sobre todo el primero, pero a partir del tercero la cosa cayó en picado por culpa mayormente del ganado. Los tres últimos Jandilla y su primo hermano de Vegahermosa fueron de un descaste y falta de fuelle lamentables.

Con el primero, un playerón que tomó bien el capote de el Cid que no lo embarcó nunca bien le dieron un marronazo y luego un picotazo del que salió blandeando. En banderillas se oyó una de las mayores ovaciones de la tarde. Fue para 'Alcalareño' por los dos muy buenos pares que colocó.

En la muleta el toro mostró en seguida su gran calidad y El Cid le sacó algunas series de corto número de muletazos pero sin acabar de aprovechar la bondad, fijeza y repetición del Jandilla que mostraba su gran clase sobre todo por el pitón izquierdo. Comenzó en medios y se fue luego al tercio con toro tan bueno. No acabó de exprimir al toro que mereció mucho más. Nos quedamos con la miel en los labios. Faena de cimientos sin construcción ni remate sin el contenido que merecía. Buena la estocada pero solamente vimos medio toro.

El Fandi se luce

El otro toro potable fue el segundo y cayó por sorteo en manos de El Fandi y que en el caballo hubo que acabar picándolo casi en toriles y no quiso pelea con el caballo. Tuvo muchos pies en banderillas donde el granadino levantó en clamor a los tendidos.

Fue toro con mucha transmisión y fijeza en la muleta acudiendo pronto al cite y desplazándose largo en los primeros muletazos y El Fandi le sacó algunas series de mérito sobre la derecha bajando mucho la única tanda que intentó sobre la zurda hasta que el toro amenazó con rajarse. Acabó casi en tablas. Media y dos descabellos fueron el colofón. Hubo petición pero el premio fue de vuelta al ruedo.

Allí se acabó lo medianamente pasable. Un buen toro poco aprovechado y un mansito que embistió con clase. Luego comenzó un desfile de ejemplares insoportables y sin ganas de colaborar.

El tercero, un jabonero de Vistahermosa de nombre 'Vinazo' -¿mira que un Domecq poniéndole 'vinazo' a un toro!- que no queso pelea, justo de fuerzas y de poco recorrido en el capote de Perera que intentó mantenerlo en pie a base de llevar la muleta a media altura pero era imposible ligarle dos muletazos por su cansina y rebrincada embestida. Lo provocó metiéndose entre los pitones pero el inválido toro acabó casi al paso.

El cuarto fue un castaño que atravesó la plaza al paso, no hizo caso de capotes, lo picaron de cualquier forma, la dirección de lidia fue un desastre y aquél manso solamente apretó hacia tablas en banderillas. Aprovechando el viaje, pero sin convicción lo pasó El Cid. Así que sin ganas el toro y sin ganas el torero.

El quinto también hubo de picarse casi en toriles y por poco se desgracia El Fandi al saltar al callejón, ajuarado en banderillas. Tuvo fijeza pero duró un suspiro. Total, nada.

El sexto fue casi un calco de los anteriores con la cara alta y sin dejar colocarse a Perera que puso toda la voluntad por exprimir algo que no tenía jugo.

Y en presenciar estas cosas empleamos dos horas y media. Lo dicho, demasiado tiempo para tan poco entretenimiento.