Tarazona insiste en su inocencia y Fonsi Nieto en que la denuncia irá adelante

Veinticuatro horas después de que Fonsi Nieto denunciara que había sido víctima de un presunto engaño por parte del organizador de su visita a Badajoz, Agustín Tarazona anunció ayer que va a presentar una denuncia penal contra el piloto por faltar a la verdad en sus acusaciones, y otra contra la persona que le encargó la organización de todo, «un tal Francisco Muñoz Sánchez» del que no facilitó datos concretos.

De este modo se iniciaba un nuevo capítulo en el presunto fraude denunciado por el deportista, cuyo portavoz explicó a HOY que el promotor de su viaje no le había pagado ni un solo euro y, además, le convenció para que se desplazara a Extremadura diciéndole que la actividad estaba organizada por la Junta de Extremadura.

La Junta, al margen

La Consejería de Cultura volvió a insistir ayer en que «no ha tenido relación alguna con la organización de estos actos». Al mismo tiempo añadió que «la posible utilización del nombre de la Junta de Extremadura en conversaciones telefónicas mantenidas con el deportista es algo a lo que la propia Junta es absolutamente ajena».

Fonsi Nieto insistió ayer en las acusaciones y aseguró que sus abogados están estudiando el contenido de la demanda que presentarán contra Agustín Tarazona. «El piloto no ha recibido esos 36.000 euros y no habría ido a Extremadura sin cobrar si no hubiese pensado que se trataba de una actividad organizada por la Junta de Extremadura».

Completamente distinta es la versión de Tarazona, que niega la utilización del nombre de la Junta para conseguir la contratación del piloto y aclara que fue una persona llamada Francisco Muñoz Sánchez quien le dijo que se encargara de organizar el evento. «A mí sólo me llamaron para organizarlo, pero al final el que tiene la culpa soy yo a pesar de que no sé nada desde el 16 de diciembre».

Con independencia de esta denuncia, Agustín Tarazona ya estaba siendo investigado por su presunta relación con la suspensión de los conciertos de Joaquín Sabina y José Mercé, para los que se vendieron miles de entradas sin que se haya devuelto el dinero.