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TRIBUNA EXTREMEÑA

Cuando los masones extremeños construían viviendas sociales

FRANCISCO LÓPEZ CASIMIRO

Jueves, 19 de abril 2007, 03:58

"Parte con el hambriento tu pan, y a los pobres y peregrinos mételos en tu casa; cuando vieses al desnudo, cúbrelo y no desprecies tu carne en la suya" (Código Masónico)

DESDE el segundo tercio del siglo XIX la ciudad de Badajoz venía experimentado un importante crecimiento de su población. Este crecimiento determinó la necesidad de ensanchar la ciudad para construir nuevas viviendas. El problema estaba en las murallas, aunque el valor estratégico de éstas había disminuido. Los periódicos republicanos y afines a la masonería La Crónica y el Diario de Badajoz habían mostrado su preocupación por la falta de terrenos. El Diario incluso llevó a cabo una campaña en pro de la demolición de las murallas que aprisionaban a la ciudad.

La logia Pax Augusta tuvo una vida de poco más de tres lustros, la de más larga vida y mayor proyección socio-política y cultural de las logias extremeñas. Inició sus trabajos en el verano de 1877, cuando, a finales de julio, antiguos miembros de la logia Luz de Extremadura nº 12, como Andrés García Avilés, Miguel Pimentel, Pedro Manuel Soriano y Antonio Gutiérrez, y otros hermanos, como Juan García Chaves, Antonio Ortiz de la Cruz, Loreto Mª Algora, Vicente Espino, Manuel Sánchez Navarro y Joaquín Romero, llegados a Badajoz por estas fechas, decidieron levantar columnas para lo que celebraron las tres tenidas (reuniones) reglamentarias. Debió abatir columnas en la primavera de 1893.

La idea de constituir la sociedad 'La Constructora de Casas de Badajoz' fue de Narciso Vázquez, republicano federal. Las primeras noticias sobre la constitución de la junta interina así como los lugares donde se podían recoger ejemplares gratuitos de los estatutos las publicó La Crónica. En pocos días se habían cubierto las 500 acciones de la primera emisión. El día 2 de abril de 1882 se celebró una junta general para elegir el consejo de administración.

Los estatutos habían sido redactados por los hermanos de la logia Pax Augusta Ramón González Fernández, Juan Epalza Guerrero, Rubén Landa Coronado, Federico Abarrátegui y Vicén, Antonio Gutiérrez Mora y Javier Ruiz de Lecanda.

El objeto principal de la sociedad era «conseguir que las clases menos favorecidas por la fortuna» pudieran «llegar a ser propietarias de fincas urbanas», de modo que las casas que edificase 'La Constructora' se venderían a pagar en 20 años de plazo y en cuotas mensuales.

Para el consejo de administración fueron elegidos: Juan García Chaves, presidente; Federico Abarrátegui, vicepresidente; Vicente Espino, tesorero; Antonio Gutiérrez Mora y Baldomero Sánchez Rodríguez, vocales, y Anselmo Arenas y Rubén Landa, secretarios. En junio falleció Juan García Chaves; por razones de salud, dimitió Vicente Espino. Para sustituirlos fueron elegidos Federico Abarrátegui y Antonio González Núñez, presidente y tesorero respectivamente. La sociedad contaba con los desinteresados servicios de un arquitecto, maestros de obras con títulos profesionales y con la ayuda de peritos, como Ventura Vaca, Juan Epalza y Juan García Chaves. Las casas que edificó 'La Constructora' comprenden la manzana que está entre la calle Espronceda y la actual calle Ramón y Cajal.

Que 'La Constructora' era una sociedad masónica ofrece pocas dudas. Los miembros del consejo de administración así como los redactores y firmantes de los estatutos eran miembros de la logia Pax Augusta. La revista El Taller encomiaba la obra y decía que había sido iniciativa del venerable y obreros de la logia y animaba a los hermanos de otras logias a «crear sociedades de la misma índole en sus respectivas localidades». También el semanario antimasónico El Avisador de Badajoz denunció que la sociedad era obra de la masonería, señalaba incluso que en una de las casas de la calle Espronceda estaba el templo de la logia y allí se reunían los hermanos.

'La Constructora' debió disolverse a finales de 1889. No he podido conocer los factores que influyeron. Varios miembros del Consejo de Administración habían fallecido y dos de los firmantes de los Estatutos se habían marchado de Badajoz. La logia Pax Augusta, que alumbró y dio calor a la sociedad, le sobrevivió poco más de dos años. Creo que en la disolución de 'La Constructora' debió pesar fundamentalmente que las viviendas salieran a subasta a un precio triple de los primeros cálculos. Exorbitante diferencia, aunque éstos sólo tuvieran un carácter indicativo. Aunque en la última subasta se bajaran los precios de las casas y pudieran pagarse en 20 años, las cuotas resultaban inaccesibles para el obrero extremeño, que en 1897 tenía un jornal de 1,5 pesetas. No existe constancia de que 'La Constructora' recibiese ayuda o subvenciones. Pese al fin social hubo de comprar los solares a precios de mercado.

La constitución de 'La Constructora de Casas, además de entroncar con sus raíces históricas -los antiguos constructores de catedrales- ponía de relieve la preocupación social y la vena ética que los movía a los masones badajocenses. Fueron los pioneros en la construcción de viviendas sociales en Badajoz. obra social mostrada como ejemplo a los hermanos de otras ciudades.

FCO. LÓPEZ CASIMIRO es doctor en Historia

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