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La imagen también gana votos

La imagen se ha convertido en algo tan importante en política como los argumentos o el programa.

LUIS EXPÓSITO

Lunes, 21 de mayo 2007, 10:31

Es como las meigas gallegas. Nadie lo ha visto, pero «haberlo, haylo». El Photoshop se está convirtiendo en otro 'palabro' más del lenguaje electoral. Para los no entendidos, se trata del programa de edición gráfica (fotografías) más popular del mundo, y que se utiliza en la práctica totalidad de los periódicos. Pocos del mundillo electoral reconocen que sus candidatos sufren un 'lifting' digital en los carteles y vallas publicitarias, pero es algo que nadie puede negar después del espectacular rejuvenecimiento que sufrió Manuel Fraga en las últimas autonómicas gallegas.

Como en toda España, las fotos electorales de los candidatos se hacen en Madrid, y allí es donde se retocan. En el caso del PP, además de la campaña nacional (donde aparece el lema 'confianza' con predominio del color naranja), hay una campaña regional, donde sólo aparece Carlos Floriano con tonos verdes. En este último caso, las fotos se contrataron en la región. Por su parte, el PSOE también realizó varias fotos en Madrid a cada candidato, que se han alternado en los carteles con el pasos de los meses. Nadie reconoce que las imágenes se retocan aunque muchos cabezas de lista parecen mucho más jóvenes.

Curiosamente, la que posiblemente haya sido la imagen más comentada de la campaña, la de las vallas de Francisco Muñoz, candidato socialista en Badajoz, no sea producto del Photoshop, sino de un maquillaje deficiente. Desde que Kennedy ganara las elecciones estadounidenses a Nixon en 1960 gracias a que proyectó mejor imagen en un debate televisado -o eso dicen-, el 'marketing político' no ha hecho sino conseguir adeptos en todo el mundo. Todos los políticos de renombre de cualquier democracia siguen a pies juntillas las indicaciones que les hacen sus 'gurús' de la imagen. La ropa, los gestos, la manera de hablar... todo se cuida, tanto como el mensaje político, para conseguir captar adhesiones.

Por lo que parece, esta ciencia aún no está demasiado asentada en Extremadura. Si acaso, los candidatos reciben algunas ideas generales desde Madrid. No hay que olvidar que el PSOE ha editado un 'libro de estilo' de cara a esta campaña, en la que se recomienda a los distintos candidatos que el negro, gris o marrón sean los colores predominantes en su vestuario. Sin embargo, parece que la última palabra en el armario de los candidatos extremeños la tienen ellos mismos, o sus familias.

Pero, ¿qué imagen proyectan realmente? Este diario no ha encontrado en la región ningún experto que le ayudara a valorar la imagen pública o la comunicación política de los tres principales candidatos a la Asamblea de Extremadura. Por ello, ha participado de un proyecto llevado a cabo por Canal Extremadura Radio. Dos reconocidos profesionales del sector a nivel nacional han recibido material sobre ellos, y han comentado para HOY sus impresiones. De sus palabras se desprende que Guillermo Fernández Vara (PSOE) y Carlos Floriano (PP) representan dos polos antagónicos, y no sólo en lo ideológico. El primero transmite una imagen más cercana, aunque el segundo resulta más dinámico y además es mejor orador.

Rosa García es una experta en imagen que ha escrito media decena de libros sobre la materia. Después de analizar una serie de fotografías de los cabezas de lista del PSOE, PP e IU, considera que los tres pueden mejorar su imagen pública. Respecto a Fernández Vara, considera que las imágenes que ha visto de él «realmente transmiten estabilidad y serenidad. Pero esta estabilidad puede traslucir apatía y falta de agresividad en ciertos momentos. Su imagen es muy estable y muy tranquila, pero no sé si luego, a la hora de moverse y de hablar, transmite esa actividad que es necesaria en ciertos momentos», asegura. Si ella fuera su asesora de imagen, «trabajaría con los códigos de imagen que dinamizarían un poco su aspecto». Concretamente, considera que Vara tiene «unas líneas muy horizontales», como por ejemplo la forma de peinarse. «Todos eso es horizontal, que marca mucho la estabilidad. Echo de menos líneas más verticales, que por un lado le van a estilizar más, y por otro le van a dar más dinamismo». Asimismo, Rosa García recurriría a «códigos de colores, de más contraste». Por ejemplo, «trajes oscuros, con una camisa muy clara y una corbata oscura». También con chaquetas estilizadas y no cruzadas. «En su caso, habría que dar un poco más de ritmo a la imagen, trabajar en líneas verticales y buscar un corte de pelo que le dé más dinamismo al rostro».

En cambio, esta asesora ve en Floriano el polo opuesto. «El sí que ofrece dinamismo y opta porque su imagen dé vida, tanto en la forma de posar como en otros aspectos. Pero esta es una arma de doble filo, porque puede llegar a transmitir cierta inseguridad. La imagen que transmite no da mucha fiabilidad, lo que sí denota es mucho dinamismo y agresividad». En palabras de García, «Floriano trabaja mucho lo que le falta a Vara, presenta muchas líneas verticales, y no estabiliza mucho su imagen. El cabello está bien que sea más dinámico, pero también debería transmitir más seriedad».

Finalmente, opina que la imagen que transmite Víctor Casco, el candidato de Izquierda Unida, está dominada por la «accesibilidad». «Parece una persona muy accesible y equilibrada, -comenta- pero transmite poco realismo. Parece muy cercano, muy del pueblo y bonachón, pero no transmite fuerza ni liderazgo. Da la imagen de ser una persona empática, pero transmite la sensación de que no es capaz de mover para convencer, que es muy necesario». En el caso del líder de IU, los códigos son «bastante desenfadados, algo también determinado por el partido al que pertenece. No suele usar corbata y es más relajado a la hora de vestir. En vez de lucir camisas de rayas anchas, debería llevarlas de líneas finas, para estilizar más la figura y darle más movimiento. En este punto es demasiado estático».

Analizados los tres líderes, Rosa García cree que Casco y Floriano responden de una manera más directa a los estereotipos que se tienen de las formaciones en las que militan, ya que «el candidato de IU no utiliza códigos. En el caso del líder del PP, éste utiliza corbata. Sin embargo, no la utiliza de una manera estricta, como sería el uniforme del PP (camisa blanca corbata oscura, todo muy estructurado....) A Floriano le falta un poco la estructuración». En el caso de Fernández Vara, «no existe tanto estereotipo. En este caso concreto, se está potenciando su imagen personal, pero no se está trabajando para una campaña electoral como debería ser».

El discurso

Guillermo Sánchez es, además de sociólogo, profesor de ICADE y miembro de la Liga Nacional de Debate Universitario, uno de los mayores expertos del país en oratoria y retórica. Después de visionar la grabación de dos mitines dados por Fernández Vara y Floriano, considera que ambos son buenos comunicadores, aunque aún tienen margen para mejorar.

Respecto al candidato socialista, opina que «como cuestión general, tiene madera. Puede llegar a ser un gran orador, pero todavía no lo es, es correcto. Tiene que mejorar algunas cosas». Recordando que su análisis se basa en la visión de un solo mitin, afirma que uno de los puntos débiles de Vara está en que «se toca demasiado la cara, los ojos, o el pelo». Además, afirma que «comienza las frases bien, pero luego las acaba un poco desilachadas, mal rematadas, le falta un poco de contundencia». Además, Sánchez incide en que Vara «no es guapo, pero tiene cara de simpático. Por eso, podría utilizar un poco más la sonrisa, que lo hace poco».

«En cuanto a la voz, no la domina del todo. En oratoria, el gesto siempre va acompañado de la voz. Si el gesto es comedido, la voz va a salir comedida. En su caso, como los gestos son poco contundentes, la voz le sale poco contundente. Tiene que aprender a compaginar el gesto y la voz», comenta este experto, que además incide en que «sobre la vestimenta, tendría utilizar colores más vivos, por lo menos cuando esté en algunas localidades».

En definitiva, y a juicio de Guillermo Sánchez, «quizás sus mayores suspensos los tenga ahí, en el aspecto externo. Sin embargo, una cosa muy buena que tiene es que mueve las dos manos al mismo tiempo. Me gusta también bastante su discurso, lo que dice. Creo que es muy adecuado, muy centrado en la región, no se dedica a atacar a su rival». En este aspecto podría sin embargo mejorar aún más: «Yo le pondría un poquito más de concreción. Utilizaría más datos y los combinaría más con el dato 'cariñoso', del tipo 'el otro día estuve con...'». El lenguaje es otro de los puntos fuertes del candidato socialista. «Utiliza un lenguaje muy apropiado a la situación, un léxico de la calle sin dejar de ser candidato a la Junta o médico. Mantiene su estatus».

Un aspecto curioso para Sánchez es que ve similitudes entre Vara y Rodríguez Ibarra. «Igual es intuitivo, pero me recordaba mucho a Ibarra. No sé si por la entonación o por la cadencia de las palabras, por las frases, o por las pausas. Aunque no lo hace tan bien como él, todo hay que decirlo».

A pesar de que Vara no sale en absoluto mal parado del certero análisis del profesor de Icade, Floriano parece sacarle ventaja en el aspecto técnico. «Al margen de valoraciones políticas, Floriano es técnicamente mejor orador que Guillermo. Es muy seguro, muy contundente, pero también tiene que mejorar. La voz la maneja bastante bien, igual que las pausas y la manera de subir o bajar el volumen de voz. Eso lo controla muy bien, algo que Vara aún no domina». En el 'debe' del aspirante del PP, Sánchez encuentra su semblante. «Floriano es muy seguro, quizás demasiado, el gesto de la cara es poco amigable. Se pone muy serio cuando habla, junta las cejas y eso da una imagen poco amigable. Puede ser un gesto más adecuado cuando se ataque a un rival, pero cuando se lanzan propuestas hay que transmitir una imagen más agradable», asegura.

En cuanto al aspecto exterior, «Floriano mueve muy bien las manos, lo que ocurre es que mueve más una que otra. En el aspecto del vestuario, el atuendo que llevó en el mitin que le ví me parece bastante apropiado». Sobre el contenido de su discurso, Guillermo Sánchez le parece que se trata de un terreno pantanoso, por cuanto forma parte de la estrategia de los partidos. Sin embargo, opina que «habló demasiado de la política nacional, me pareció poco concreto. Eso tiene un riesgo, y es que en una disyuntiva derecha-izquierda, puede resultar un discurso cansino y animar a los seguidores a irse». Finalmente, su léxico le merece un aprobado. «Me parece muy preciso en el lenguaje, sabe elegir bien las palabras, y es muy contundente en cuanto a su uso. Además, no es demasiado culto, por lo que puede entenderlo cualquiera».

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