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MIGUEL LORENCI
Miércoles, 30 de mayo 2007, 10:47
Jesús Sánchez Adalid es una 'rara avis' en el panorama literario español que, novela a novela, va ganándose el favor del lector y el respeto del mundo editorial. Sacerdote en ejercicio, tomó los hábitos e hizo los votos tras colgar la toga. Y es que Sánchez Adalid fue juez antes que párroco de sotana y alzacuellos y compagina ahora su labor pastoral -tiene parroquia en Extremadura- con la creación literaria.
Llega ahora a manos de lector 'El alma de la ciudad' (Planeta), un novelón histórico de casi 700 páginas con el que el cura-escritor se adjudicó el último premio Fernando Lara de novela y sus 120.000 euros de 'bolsa'. Es el octavo título en su cuenta particular y de la primera edición se han impreso 50.000 ejemplares. Las ventas de todas sus novelas se aproximan ya al millón de ejemplares.
Su antecesor en el premio Fernando Lara, Fernando Sánchez Dragó, era el encargado de presentar la novela de Sánchez Adalid . Y la elogió con largueza, eso sí, después de una prolija disertación en la que habló Dragó más de sí mismo que de la novela y del narrador que apadrinaba.
Aseguró Dragó estar harto de novelas históricas y haber transitado antes que su colega los terrenos por los que deambula el cura-narrador al que daba la alternativa. «Es una novela -dijo al fin- que encierra otras cuatro o cinco novelas; una narración histórica con toques esotéricos que plantea un problema moral». «Su tesis -concluyó- es que de todo lo malo sale algo bueno y que los riesgos tienen siempre repercusiones positivas».
Edad Media
'El alma de la ciudad' es en efecto una novela histórica ambientada en la Edad Media «protagonizada por seres que, como nosotros, se enfrentan a las trampas que les pone la vida» según su autor. «Recrea la Ávila del siglo XII y la repoblación de la trastierra, en una época en la que Alfonso VIII se embarca en la aventura de una nueva reconquista y se funda la ciudad de Ambrosía, la actual Plasencia» resumía.
Narra así la fundación de las ciudades medievales, el concepto de burgo, «y el nacimiento de una nueva civilización, la del Gótico, y de una manera de entender el mundo que no se configura como un espacio cerrado o un túnel oscuro hasta el Renacimiento, sino como algo que va más allá de estos conceptos».
Según su autor, con esta su octava novela «se salda la deuda adquirida con la facilidad en la literatura, frente al castigo que hemos sufrido con esa serie de escritores complejos y enrevesados». Aseguró además Sánchez Adalid que en su obra «hay siempre una parte de espiritualidad, una faceta del hombre que está muy olvidada en la literatura de nuestro tiempo». Dijo que la religión no es lo más importante de una novela «en al que no hay ni buenos ni malos, que no es maniquea ni encierra juicios morales y que apuesta por el contenido y no por el estilo». «No es la obra de un párroco -aseguró- porque tampoco pretendo crear un dogma, sólo persigo reflejar mi visión del ser humano escribiendo para el hombre de hoy».
Nacido en Don Benito (Badajoz) en 1962, Jesús Sánchez Adalid se licenció en Derecho en Extremadura y se doctoró en Madrid. Durante dos años ejerció como juez, mientras estudiaba Filosofía y Teología. En la actualidad es párroco de Alange, y confiesa haber realizado siete veces el Camino de Santiago.
Se ordenó sacerdote hace quince años y había publicado antes de 'El alma de la ciudad' títulos como 'El mozárabe', 'Félix de Lusitania', 'La tierra sin mal', 'El cautivo' o 'La sublime puerta'. Fue finalista del premio Felipe Trigo con 'La fuente del Atenor' y sus dos novelas posteriores, 'La luz de Oriente' y 'El mozárabe' tuvieron una entusiasta acogida.
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