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Viernes, 15 de junio 2007, 03:58
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) negó ayer haber vigilado al presidente de Endesa, cuya escolta descubrió en la noche del miércoles a un agente del servicio de espionaje en las inmediaciones del domicilio de Manuel Pizarro en Madrid. El CNI aseguró que su empleado realizaba una «actividad informativa» de contrainteligencia relacionada con un «objetivo» de un organismo similar extranjero. El PP solicitará la comparecencia en el Congreso del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y del director de la institución, Alberto Sáiz, para que expliquen «un hecho gravísimo» que afecta «al ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos».
El máximo responsable del CNI llamó por teléfono a Pizarro para ofrecerle «las máximas garantías» de que la actuación de esta institución no tenía «ninguna relación directa» con su persona y explicarle que el incidente fue «fruto de una mera coincidencia».
Cuando el presidente de Endesa llegó a su vivienda particular el pasado miércoles, hacia las ocho y media de la tarde, sus escoltas observaron en los alrededores un vehículo estacionado que les infundió sospechas. Al sentirse observado, el conductor y único coupante de ese automóvil arrancó. Guardaespaldas del máximo responsable de la eléctrica le siguieron y tomaron una fotografía al coche para captar su matrícula, según explicó posteriormente a la Policía uno de los agentes privados que custodian a Pizarro.
Tras varias maniobras, el turismo perseguidor se convirtió en perseguido y fue «interceptado y detenido» por dos vehículos en la plaza de la Repúblicas Argentina. Sus ocupantes reclamaron la documentación al escolta, le recriminaron que hubiese sacado fotografías -los datos de los miembros del CNI están clasificados como materia reservada- y le intentaron arrebatar la cámara. Uno de ellos se identificó como miembro del Centro Nacional de Inteligencia. Minutos después llegaron al lugar «tres motos» de la Policía y un vehículo sin distintivos, del que se bajaron agentes de paisano. También acudió el jefe del servicio de escolta de Pizarro, alertado por el guardaespaldas, quien en el atestado policial subrayó que los servicios de protección se encuentran en estado de «máxima alerta» en previsión de una posible acción terrorista de ETA.
Propio de una dictadura
El CNI aseguró que «nunca» ha vigilado al máximo responsable de Endesa y que sus agentes realizaban una actividad de contraespionaje «sobre un objetivo perteneciente a un servicio de inteligencia extranjero».
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