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M.M.
Domingo, 17 de junio 2007, 03:07
Después de ser reelegido con el 75% de los votos, Francisco Duque inicia su segundo mandato como rector con la confianza de que cuenta con el apoyo mayoritario de la comunidad universitaria, y con el convencimiento de que la Uex, y la universidad española en general, se enfrenta al mayor cambio que ha sufrido la institución universitaria desde hace 200 años: la adecuación al Espacio Europeo. En esta entrevista, el rector pone el énfasis en el reto que supone para la Uex esa adaptación a Europa e invita a todos los universitarios a colaborar en ella.
-¿Está preparada la Uex para hacer ese cambio? ¿Qué dificultades hay?
-Lo primero es ser consciente de cuál es el objetivo. Saber que no importan tanto los conocimientos acumulados, que antes era lo fundamental, sino la capacidad que tiene una persona para avanzar por su cuenta, y buscar la información. Hay que saber exponer las ideas y defenderlas. Éste es el objetivo del Espacio Europeo. Lo principal es que todos estemos convencidos a dónde queremos llegar, porque ésta no es una tarea para un rector, sino para todos.
-Usted tiene un respaldo muy grande. Ha salido fortalecido de las elecciones.
-Estoy satisfecho. Además en la campaña he ido contando lo que había. No he hecho ninguna promesa de que iba a sacar un conejo de la chistera si ganaba. He hablado de los recursos que hay y de las posibilidades de gestión. He dicho claramente hasta dónde se puede llegar. Creo que hay que hacerlo así. Pero casi más importante es que te hayan valorado por lo que has hecho. Porque la segunda vez ya no engañas a nadie, saben cómo trabajas. Pero aún contando con todo el respaldo, la reforma es complicada, porque vamos a modelos más exigentes que los que hay. Los sistemas deben tener una transparencia mayor. Esa es la calidad, ni más ni menos. Dar información sobre cuántos titulados hay, cuántos se colocan, cómo es cada asignatura y cada carrera, para que la sociedad lo conozca y pueda elegir.
-Quizá la universidad ya no se ve con la actitud reverente de hace décadas. La sociedad le exige más. Y hay más competencia.
-Efectivamente. Antes la universidad era como la catedral, era incuestionable. Ojalá los estudiantes también cambien y miren esto como lo que es: un servicio formativo. Antes, la medida del éxito de un profesor era cuántos alumnos suspendía. Hoy eso es un fracaso. No es razonable que para aprobar una asignatura los alumnos tengan que ir a una academia paralela externa que les forme porque la Universidad no es capaz. Eso se interpretaba como un orgullo, pero es un insulto. Esas prácticas se deben ir dejando, pero chocan contra cosas muy arraigadas. Por eso digo que el nuevo modelo es más exigente. Pero el mismo problema que tenemos aquí lo tienen las universidades catalanas, o valencianas o andaluzas. Porque hemos tenido las mismas leyes.
-¿Qué proyectos tiene para su mandato?
-Hay cosas que interesa moverlas cuanto antes, porque no son fáciles. Además, en la adaptación al Espacio Europeo el tiempo que queda es mínimo. La fecha del 2010 es fecha límite, improrrogable. En ese curso todo tiene que estar adaptado al nuevo sistema.
-Lo que ha llegado más de ese cambio a la opinión pública es que supone la reducción de las licenciaturas de cinco a cuatro años.
-Sí. Eso es bueno. Porque aquí las carreras duran más que en otros países. En algunos son de tres años. En Estados Unidos, el llamado 'Bachellor' dura tres años. Uno de los problemas de nuestra universidad es la inflación de contenidos, que ha hecho mucho daño. Es un festín de difícil digestión. Y no da lugar a un aprovechamiento proporcional al esfuerzo. Ahora se está matando la iniciativa de los estudiantes. Un aspecto esencial es que en la formación haya una gran participación de los alumnos. Hay que dársela y que la aprovechen.
Coste de la matrícula
-Antes de las elecciones usted habló de que la Uex necesita un marco estable de financiación. Sin embargo, en su toma de posesión Rodríguez Ibarra habló de que es mejor que haya cierta arbitrariedad en la aportación de fondos.
-Esa es su opinión. Yo sigo pensando que es bueno tener un marco estable de financiación, pero no a fondo perdido. En función de unos objetivos claros que se van cumpliendo. Por ejemplo, que haya complementos asociados a méritos y que sean evaluables. Y si dentro de un tiempo no se cumplen, se retiran. La política del Ministerio es también acabar en un modelo de financiación ligado a objetivos.
-¿Sería bueno que los alumnos pagasen más por la Universidad y que a la vez hubiese más becas para quien no tiene unos ingresos mínimos?
-Sí. Es bueno que el sistema no sea discriminatorio por ingresos familiares. Pero a veces da la sensación de que los chicos creen que la Universidad vale lo que pagan. Y como es muy barata, se desprecia. Yo le dije al vicerrector de Estudiantes que en los sobres de matrícula se meta una información que diga cuánto cuesta la carrera, que el alumno sepa que está pagando un 10%, o lo que sea.
-¿Que va hacer en sus primeros meses de mandato?
-Terminar un informe sobre la situación de la Universidad, con un análisis de plantillas e infraestructuras, estudiantes, etc. Es un documento que se quiere distribuir por los centros para que debatan y piensen en los problemas que hay y cómo les gustaría reorientar la situación dónde haga falta.
-¿Qué es lo más urgente en materia de inversiones?
-Más que nuevas inversiones, lo que vamos a hacer es recoger el trabajo que se ha hecho. Ayer mismo salió en el BOE el Edificio Metálico, que va a ser rehabilitado. También tenemos pendientes de acabar los edificios de apoyo a la investigación. Uno en Cáceres y otro en Badajoz Y también está Medicina. En Cáceres el antiguo centro de mínima invasión lo queremos aprovechar para investigación, y también el edificio central de Magisterio. Se le está dando vueltas a la enseñanza de idiomas, que es caótica. Aquí tenemos recursos para dar un buen servicio. Sea un instituto de idiomas o un servicio externo, que tendría una gestión más ágil. En Badajoz también pensamos en rehabilitar la antigua Escuela de Industriales, como centro de formación para las empresas. Y el cerramiento del campus de Badajoz lo firmé ayer.
-¿Y cuando se hará?
-Va por procedimiento urgente, pero no lo sé. Sale en 440.000 euros a licitación. Es caro porque tiene casi cuatro kilómetros de perímetro. Pero era necesario hacerlo, porque hemos visto que había hasta carreras en los viales por la noche. Además de las infraestructuras, otra de las cuestiones que me preocupa es que se aprovechen bien las inversiones en investigación. La Uex representa más del 90% del potencial de investigación de la región. Hay grupos importantes y es bueno que se apoyen y se definan bien sus líneas de investigación. Hay que añadir valor a sus resultados. Ya han salido ocho o nueve empresitas promovidas por investigadores.
-Su mandato arranca también con un nuevo Consejo Social.
-Sí. Estoy muy ilusionado. Creo que su presidente, Ángel Sánchez Trancón, tiene interés en revitalizar este órgano. Posee un buen perfil, porque es un profesional y también un empresario. Tengo mucha esperanza en que sea un verdadero Consejo Social.
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