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Miguel López Alegría con sus familiares extremeños. La placa la colocarán en un monolito. |ALFONSO
El parque del astronauta
Badajoz

El parque del astronauta

Miguel López Alegría cuenta desde ayer con un parque que lleva su nombre, en Huerta Rosales

J. L. G.

Viernes, 6 de julio 2007, 10:41

Seguramente los barcarroteños que hacen las placas de la calles, plazas y avenidas de Badajoz jamás imaginaron que entre los pacenses ilustres tallarían una placa con el oficio de 'astronauta'. El extremeño Miguel López Alegría, que tiene sus orígenes en Badajoz, no ha pisado la luna, pero ya ha dejado su huella en el parque que desde ayer lleva su nombre, como recordará el monolito que se instale en las traseras del colegio Enrique Segura Covarsí, en Huerta Rosales.

Al acto acudió ayer el propio astronauta acompañado por su hijo Nicolás y sus familiares extremeños, que no eran menos legión que los concejales presentes, todos los cuales se fotografiaron orgullosos tras animar para el posado Consuelo Rodríguez Píriz al grito de «¿esto es una foto para la historia!», lo que provocó que después se retrataran con el astronauta los periodistas allí presentes. No en vano, López Alegría, de 49 años y padres españoles, ha sido el comandante de la Estación Espacial Internacional que ha estado seis meses en órbita en su última misión y ahora da consejos en la NASA para próximas expediciones, por lo que ayer afirmaba sin complejo que ha «tocado techo» y ya piensa en su retirada. Ante la talla de este personaje el alcalde Miguel Celdrán destacó ayer que «su perseverancia es un ejemplo a seguir por la juventud, ya que ha sabido definir su vocación desde muy joven», aunque en este ambiente Celdrán no pudo evitar contar el chiste de aquella expedición (no citaremos su procedencia) que tenía previsto superar todas las marcas establecidas por la NASA viajando hasta el mismo sol, «por supuesto de noche», remató el regidor.

Si se hizo el sordo o el extranjero nadie lo sabrá, pero López Alegría, en un español bastante depurado, dijo con la placa con su nombre detrás que en un momento así echaba de menos a su padre (fallecido hace dos años), pero gracias a sus familiares estaba muy a gusto en el primer lugar público que le dedicaban.

Verano con sus primos

La prensa quiso saber hasta qué punto es pacense este hombre que nació en Madrid y antes de cumplir dos años se lo llevaron a California. Amabilísimo, explicó que pasó aquí el verano de 1974 con sus primos y desde 1995, cuando se asentaron aquí sus padres viene cada dos años, una frecuencia que no es muy estable teniendo en cuenta los compromisos de alguien dedicado a explorar el espacio exterior. «Tengo nueve primos en Badajoz y el lugar que más me gusta de esta ciudad es este parque», zanjó con humor.

Respecto a los mejores momentos de su vida, éstos no han sido en ningún lugar con nombre propio. «El mejor recuerdo que tengo grabado en la memoria es la sensación de estar flotando y ver de lejos la Tierra», lógicamente.

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