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¿Qué ha pasado hoy, 10 de abril, en Extremadura?
El Festival también se vivió ayer en las calles de la localidad, con participación de bastantes vecinos y pasacalles que intentaban revivir a los clásicos. / LORENZO CORDERO
Clásicos entre tapas y malabares
Sociedad

Clásicos entre tapas y malabares

El Festival de Teatro de Alcántara que ayer ofreció 'Las mujeres sabias' de Molière ofrece por primera vez actividades gastronómicas en su programa paralelo

REDACCIÓN

Domingo, 5 de agosto 2007, 02:56

Los clásicos transitan sobre las tablas del Conventual de San Benito, pero también por las calles de Alcántara, en escenas coloristas que le dan el punto más lúdico a este festival. No solo alimentan espíritus, sino también estómagos. Ayer se puso en marcha por primera vez en la historia del Festival la muestra gastronómica y el tapeo popular, treinta mesas con productos típicos que pudieron degustarse al mediodía y por la noche, antes de la representación teatral. Son especialidades de la tierra en «dosis» que cuestan un euro, y entre las que se encuentran bocados deliciosos como el queso Castro, premiado en la última Feria del queso de Trujillo. La cita se repite hoy domingo en el mismo sitio, la Plaza de España.

Además, Alcántara se llenó con la habitual animación del mercado y los pasacalles, llenos de malabares, fuego, luchas de caballeros y percusión. Y con el tiro con arco y las habituales recuas de burros.

Exposiciones

Continúan abiertas las exposiciones en la Sinagoga de Alcántara y en la Fundación San Benito. El primer espacio alberga una muestra de arquitectura eclesiástica de Alcántara y la Sala Capitular acoge 'Waslala' de Noel Vega, fotografías de viajes a Nicaragua y Ecuador. Ambas están abiertas de 12,00 a 14,00 horas y de de 19,00 a 22,00.

Toda esta parte extrateatral preludió ayer la puesta en escena de 'Las Mujeres Sabias', dirigida por Fernando Romo, de la Compañía Fuegos Fatuos. Historias de amor y desamor con la crítica de fondo insertada por Moliére: una vida social marcada por la hipocresía.

Antes, el viernes por la noche, El Lazarillo de Tormes de Miguel Murillo, interpretado por la compañía extremeña Z-Teatro consiguió llenar el Conventual. La crítica Rosario Leal incide en la importancia de los actores en la representación. «Los actores han jugado un papel principal. Los personajes están pensados, caracterizados y plasmados al estilo de las máscaras de la comedia delarte italiana. Estas características han sido resaltadas a través de la gesticulación exagerada -próxima al histrionismo, los ruidos o efectos especiales- que hacían los propios actores en el tablado y detrás de la cortina».

Concluye esta crítica con que «después de disfrutar de esta obra el respetable ha abandonado las gradas del anfiteatro del Conventual más consciente de la dificultad, esfuerzo y amor al arte que poseen nuestros actores presentes y pasados».

Antes, el alcalde de la localidad, Fernando Moreno, recibido con bronca y aplausos dio paso al pregonero de esta edición del Festival. La polémica por su elección -con pacto de IU, PP y un independiente- sigue coleando y se cuela hasta en ámbitos que aparentemente nada tienen que ver con la política. Alguien dijo entre el público «esto es teatro, no es política», pero los ánimos, parecen estar exaltados.

El sacerdote Martín Grados, nacido en Alcántara y párroco de diez pequeñas poblaciones del entorno de Valencia de Alcántara, abrió este certamen con un recuerdo histórico del papel del teatro en la vida del Conventual de San Benito. Después, rememoró su implicación con el teatro y con el propio festival.

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