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Con el cuadro que le regalaron sus amigos de la Peña 'El Mollete'. / D.V.
Contador redescubre sus orígenes
DEPORTES

Contador redescubre sus orígenes

Barcarrota rindió tributo a su 'hijo adoptivo' en una noche «inolvidable» para el ciclista de Pinto y los vecinos del pueblo de sus padres y abuelos

JAVI PÉREZ

Lunes, 3 de septiembre 2007, 03:09

Barcarrota adelantó su feria. La visita de Alberto Contador al pueblo de sus padres y abuelos revolucionó la aparente calma que envuelve a la localidad el fin de semana previo a su semana grande. Barcarrota se volcó con su nuevo ídolo, le nombró 'hijo adoptivo' y le hizo inmortal.

La jornada fue frenética para el flamante campeón del Tour de Francia, más intensa casi que una etapa de alta montaña en los Pirineos. Ofrenda a la Virgen del Soterraño, recepción con vino de honor en el Nautilus, visita al Polideportivo Municipal que a partir de ahora llevará su nombre para descubrir la placa y firma de autógrafos, miles de firmas, y fotografías. Entre medias apenas pudo disfrutar de un poco de tranquilidad con los suyos en la comida familiar en casa de sus abuelos Adelardo y María. Fue el único descanso para el ciclista de las 'piernas de bellota', sólo interrumpido por la inesperada -y agradable- sorpresa de sus amigos de la Peña 'El Mollete' (David, Manolo, Juan, Nazaret, Yolanda, Pili, Alicia, Sandra, Félix, Vicente, Francisco y sus primos David y Sergio) para hacerle entrega de un cuadro de cerámica con su imagen como recuerdo.

Pero a Alberto Contador todavía le esperaba la traca final. El alcalde Santiago Cuadrado le hizo entrega de una placa conmemorativa que le acreditaba como 'hijo adoptivo' de Barcarrota en un emotivo acto público en la Plaza de España. A escasos metros de allí, en el Casino, las candidatas a Miss Badajoz esperaban para iniciar su desfile porque los flashes estaban puestos en el ciclista de Pinto. Parecía un 8 de septiembre. El ambiente festivo, vibrante, bajo del Torre del homenaje esta vez engalanada con un gran póster de su 'hijo adoptivo'. El olor de los montaditos del 'Maxi', los veladores del Bambury's Night Music y la trepidente mancha humana que iba y venía de la Taberna.

Calidad humana

El campeón del Tour apareció con esa naturalidad que le caracteriza y una sonrisa que nunca borró de su cara. Alberto Contador es un tipo humilde, cercano, entrañable. Su visita ha sido un regalo para un pueblo entregado y emocionado con un vecino al que sienten ya de la familia. En cada gesto y detalle con la gente, Alberto Contador daba muestras de su enorme calidad humana.

Pasadas las presentaciones y toda la obligada parafernalia institucional, en la que los representantes del Ayuntamiento de Pinto quisieron aprovechar para «abrir los lazos y hacer unión entre las dos poblaciones», el momento más emotivo fue cuando se proyectó un vídeo editado por su prima María y su novio con sus mejores imágenes en el Tour de Francia. Antes, su primo José Manuel leyó una carta en nombre de sus familiares y amigos en la que, entre muchas anécdotas, recordó a «aquel muchacho que era un trasto de pequeño, que le gustaba -y sigue gustando- el campo y que, por cierto, no nos sacaba tanta ventaja con la bici». Otro fue cuando Santiago Cuadrado reconoció el papel de Alfredo Cacho para contagiar su sentir «apasionado» a todo un pueblo en apoyo a Alberto Contador alrededor del bar 'Chinarro'.

El protagonista de la noche tomó la palabra después de todas las emociones vividas y prometió darse «una escapadita por aquí para satisfacer a todos aquellos que no se han podido llevar mi autógrafo». Siempre cordial y servicial para atender a todo aquel que se le acercaba, no quería marcharse sin dejar un autógrafo por firmar, a pesar de la lógica locura que se desató tras bajarse del escenario. Alberto Contador se ha ganado a su pueblo. Rey de París, príncipe de Barcarrota.

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