Orden de prisión incondicional para el presunto asesino de Sofía Tato

Prisión incondicional para el marido y presunto asesino de Sofía Tato, aunque no podrá ingresar en la cárcel mientras permanezca ingresado en el Hospital San Pedro de Alcántara. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número de 3 de Cáceres ordenó ayer por la tarde el ingreso en presión de Santiago Cámara y, además, resolvió que la Junta de Extremadura se haga cargo de las dos niñas del matrimonio, de 9 y 11 años.

El presunto homicida salió ayer de la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, donde había sido ingresado el jueves, tras ser detenido como presunto autor de la muerte de su mujer a causa de heridas con arma blanca. El paciente pasó ayer por la mañana a planta para continuar su recuperación. Él también había resultado herido y presentaba una puñalada en el pecho y media docena de pequeños cortes en cara, cuello, brazos y piernas, por lo que fue trasladado al Hospital San Pedro de Alcántara, en calidad de detenido. Desde el primer momento, se barajaban varias hipótesis sobre los hechos, en el sentido de que el detenido había sido lesionado por su mujer, a la que habría acuchillado en medio de un forcejeo o pelea entre ambos o incluso como respuesta a una agresión previa. También se contemplaba la posibilidad de que el marido se hubiera autolesionado. La propia delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, afirmó el viernes, que todas las versiones «estaban abiertas» mientras se había decretado el secreto de la investigación, que lleva a cabo la Guardia Civil.

Santiago Cámara pasó ayer a planta, a una de las dos estancias habilitadas el pasado mes de marzo para el ingreso de pacientes presos o detenidos, para lo cual están custodiados por agentes de las fuerzas de seguridad del Estado.

El día anterior, el viernes, la Guardia Civil le requirió para tomarle declaración, pero Cámara se negó a ello. Ayer las diligencias pasaron a la fase de instrucción judicial, en primer lugar con la toma de declaración por parte del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Cáceres, que se desplazó al Hospital San Pedro de Alcántara para tal fin.

Según informó la Delegación del Gobierno en Extremadura, tras la toma de declaración, el juez decretó prisión incondicional para el detenido. No obstante, el ingreso efectivo en el centro penitenciario no se producirá hasta que sea dado de alta, posiblemente a partir de mañana lunes. Con todo, Santiago Cámara se encuentra preso a todos los efectos, aunque sea en una habitación de hospital. Ingresó el jueves con una herida de arma blanca de tres centímetros en la región torácica izquierda con neumotórax -lo que obligó a ponerle una sonda de drenaje-, y media docena de erosiones leves y superficiales por arma blanca en cara, cuello, brazos y piernas, según comunicó el Servicio Extremeño de Salud, SES. Tras su estancia y tratamiento en la UCI, continúa su recuperación en planta, con la posibilidad de que el lunes pueda recibir el alta. Acto seguido será conducido a prisión.

El juez también tomó ayer otra resolución: una «orden de apertura de expediente para que la Junta de Extremadura se haga cargo de las niñas». Se trata de las dos hijas del matrimonio, de 9 y 12, años, quienes se encontraban en la casa cuando se produjo el crimen. Desde entonces están con los abuelos paternos. Con la orden judicial emitida ayer, será la Junta de Extremadura se encargará de su tutela mientras se resuelve el proceso judicial. Aunque en principio ha sido el Juzgado número 3 el que se ha hecho cargo del caso por ser el que estaba de guardia cuando sucedieron los hechos, el pasado jueves, pasará después al número 6, que es el competente en casos de violencia de género.

Como se recordará, Sofía Tato, de 42 años, murió a primera hora de la mañana del pasado jueves a manos de su marido, Santiago Cámara, también de 42 años, en el domicilio familiar de Arroyo de la Luz, donde se encontraban también la dos hijas del matrimonio cuando se desarrollaron los hechos. Los vecinos residentes en las proximidades del domicilio del matrimonio, en la calle Escobar, dieron la voz de alarma al haber escuchado voces y avisaron a la Guardia Civil sobre las 7,30 de la mañana. Cuando llegaron los agentes se encontraron ala mujer muerta y al marido herido.