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Jesús Quintero, El loco de la colina. :: R. C.
La voz del Loco de la colina

La voz del Loco de la colina

Jesús Quintero no encontraba la siguiente pregunta que tenía en el papel. Así surgieron sus célebres silencios. Lo cuenta en un libro su guionista de cabecera

ROSA BELMONTE

Miércoles, 15 de octubre 2014, 10:32

Los famosos silencios del Loco de la colina no fueron, en principio, más que una pausa técnica, digamos, hasta encontrar la pregunta o el texto que andaba buscando. Quintero se los encontró como Fleming la penicilina. Pero ese 'fallo' fue acogido por la audiencia -predispuesta siempre a ver en las intenciones del Loco más de lo que había, tal era su poder de fascinación-como un hallazgo, y como tal lo acabó asumiendo el propio Quintero». Es un extracto de 'El Purgatorio' (Renacimiento), la segunda entrega de las memorias del poeta Javier Salvago (Paradas, Sevilla, 1950), guionista de Jesús Quintero desde 1984, responsable literario de gran parte del personaje y de sus éxitos en radio y televisión.

«Por alguna misteriosa razón, estaba convencido de que yo era la persona que andaba buscando desde que se distanció de Raúl del Pozo», escribe Salvago.

'El Purgatorio' no es un libro sobre Jesús Quintero (San Juan del Puerto, Huelva, 1940). «Yo estoy contando la historia de mi vida, no estoy contando la historia de la vida de los demás, aunque los demás salgan en el libro y, como en el caso de Quintero, salgan mucho y muy de cerca», aclara Salvago. Estuvo con él desde que 'El loco de la colina' se radiaba en la Ser. Después vendrían 'El perro verde' (TVE), 'Qué sabe nadie' (Canal Sur), 'Trece noches' (Canal Sur), 'La boca del lobo (Antena 3). 'Cuerda de presos' (Antena 3), 'El vagamundo' (Canal Sur), 'Ratones Coloraos' (Canal Sur), 'El loco de la colina' (TVE) y 'La noche de Quintero (TVE). Salvago se queda con 'Cuerda de Presos'. «Por lo que tuvo, además, de novedoso. Nadie había hecho, hasta entonces, un programa de entrevistas rodado íntegramente en las cárceles». Curiosamente, la entrevista a Rafi Escobedo había sido para 'El perro verde', título que Salvago sugirió (Quintero no lo entendió, pensaba que los raros eran los amarillos). Salvago acompañó a Quintero al penal cántabro de El Dueso (14 días después, Rafi se ahorcó), como también lo había acompañado a la casa de Isabel Pantoja en la primera entrevista que dio tras quedarse viuda. Volvería al lado de Encarna Sánchez, con quien trabajó en Antena 3 (el vínculo fue María Navarro, productora de Quintero). Del fracaso de Encarna en la televisión cuenta esto: «La cámara sacó a relucir todo aquello que sabía disimular delante de un micrófono». Tras la entrevista a Pantoja, cuenta Salvago que María Navarro le dijo: «No sé qué le pasa a Encarna. Parece que no le importa ni el programa ni nada. Está ausente, como si estuviera enamorada».

De Felipe González al Risitas

De 'Qué sabe nadie' es la famosa entrevista a Juan Guerra en 1990. La rueda de comparecencias para explicar el tráfico de influencias del hermano de Alfonso Guerra pasaba por un gran programa de televisión nacional ('El martes que viene', de Mercedes Milá en TVE), otro de radio (Gabilondo) y luego, la televisión andaluza. Quintero lo aceptó pero convenció a Guerra de grabar antes, asegurando que lo emitiría tras los otros. Pero lo dio antes, para cabreo de Milá. «Con nosotros se retrató sin quererlo. Como se dice vulgarmente, le dimos cuerda para que él mismo se ahorcase».

Dice Salvago que hoy «la entrevista se ha convertido en un duelo de vanidades en el que tanto el entrevistador como el entrevistado están más pendientes de su lucimiento personal que de plantear cuestiones de interés». Solo hay que ir a 'Trece noches' (1991) en el que Quintero y Antonio Gala pretendían reivindicar el diálogo y acabaron dialogando sus egos. Algunas perlas: «¿Estuvo alguna vez en la frontera de la muerte?». «¿En la frontera? Estuve en San Juan de Luz, como mínimo». «Cuando escucha decir de un político que tiene carisma, ¿qué siente?». «Se me pone la carne de 'gallisna'?». Y recuerda al Gala malicioso que sobre Stephen Hawking había dicho: «Ese señor, lo mejor que tiene es el cuerpo». Y de una dama de la alta sociedad que se había declarado vegetariana: «Esa no pasará nunca de ser una herbívora».

La primera persona a la que entrevistaron en televisión (en 'El perro verde') fue Beni de Cádiz. Por la radio habían pasado desde Felipe González a Petra Kelly, de Benedetti a Plácido Domingo. Incluso Borges, que habló de tigres, espejos, tahúres y gazpacho. «Horchata, sí; gazpacho, no», les dejó de titular. Como entrevistado, Quintero se las vio con Vázquez Montalbán y puso a todos sus guionistas a trabajar para quedar bien. «Esta obligación de ser siempre brillante, ingenioso, profundo, poético, era una carga que tenía que pasar factura», apunta Salvago. La factura fue la depresión de 1986.

Muchos personajes de postín, pero si tiene que elegir uno, no se lo piensa: «En una sala de edición, cuando se desmenuza una entrevista, es muy difícil que alguien impresione porque se suele ver el truco. El que más me ha hecho reír y durante más tiempo ha sido, sin duda, Risitas». Un hallazgo aquel «cuñaoooooo». Como la penicilina. Como los silencios.

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