Borrar
Repertorio de  placeres

Repertorio de placeres

750 mujeres de 51 países, algunos tan poco tolerantes como Arabia Saudí, han grabado su voz durante sus orgasmos para una web. Los sonidos ya se han escuchado 2,4 millones de veces

ANTONIO PANIAGUA

Viernes, 7 de abril 2017, 08:57

Desde que Freud ayudó a asentar algunos malentendidos sobre la sexualidad femenina, la tarea para derribar mitos sobre los orgasmos en las mujeres se hace muy costosa. El cine, por añadidura, ha acuñado una visión engañosa del placer femenino, subordinada casi siempre a los estereotipos masculinos. Un estudio confirma que la mujer, a fuerza de fingir el éxtasis sexual, soporta un sinfín de presiones para disfrutar del sexo. Hasta que ellas han dicho basta. 750 mujeres de medio mundo han decidido romper tabúes y han grabado sus voces mientras gozaban en la cama y otros lugares insospechados. Los jadeos y gritos dan una medida de su placer: unos duran 30 segundos y otros se prolongan más allá de los dos minutos. Todos se pueden escuchar en la web 'libreriadeorgasmos.com', todo un compendio de voces que demuestran que las maneras para alcanzar el clímax son infinitas. A partir de esa experiencia se ha elaborado un estudio en nuestro país que arroja conclusiones decepcionantes para los varones. En la mayoría de los casos (42%), los orgasmos femeninos se consuman en soledad.

«A veces llega un momento en que las mujeres se cansan de simular su placer y quieren empezar a disfrutar de verdad», asegura Ana Lombardía, sexóloga y autora del blog 'Sexo en la piel'. A Lombardía le respaldan los datos. Un 22,5% de las españolas no llegan nunca o casi nunca al orgasmo con sus parejas durante las relaciones sexuales. De ahí que ellas simulen la explosión de placer, algo que han tenido que vivir en carne propia la mitad de las españolas.

A la vista de las dificultades para disfrutar con el sexo, las afectadas toman la directa y optan por la masturbación, frente a la creencia tradicional de que el erotismo solitario es sólo cosa de hombres. La encuesta, patrocinada por Bijoux Indiscrets -una firma que comercializa juguetes y accesorios eróticos-, señala que el 74% de los orgasmos femeninos se logran mediante la estimulación del clítoris. Para ello se precisa el concurso de manos (22%), vibrador (20) y penetración en pareja (15).

La actriz porno y productora de cine Amarna Miller, de 26 años, es de las que han registrado su orgasmo para que sea escuchado por quien quiera. «El orgasmo femenino se ha considerado tradicionalmente algo malo, asociado incluso a la histeria. Hace falta normalizar el placer, porque durante mucho tiempo se ha negado a las mujeres cómo gestionar nuestro sexo», dice la actriz criada en Vallecas y ahora afincada en Los Ángeles. Como en la variedad está el gusto, el inventario de clímax es multicultural. España ha contribuido de forma entusiasta a enriquecer el catálogo, que recoge también aportaciones procedentes de Estados Unidos, Alemania, México y Colombia. Lo raro es que de India, China y de países tan poco tolerantes con las mujeres como Arabia Saudí y Pakistán, hayan llegado registros sonoros de mujeres en la cima del placer.

La web es todo un éxito. Los orgasmos se han escuchado más de 2,4 millones de veces y han sido compartidos de forma pródiga en las redes sociales. Y ello a pesar de que la viralidad no funciona con los contenidos eróticos que se difunden en la red.

Escenarios variopintos

Para la sexóloga y periodista Silvia C. Carpallo, el estudio demuestra que la dicotomía entre clítoris y vagina para llegar al clímax es falaz. «Las mujeres del estudio nos muestran que tienen muchas técnicas y herramientas para masturbarse, y que no solo lo hacen en la intimidad de su casa, sino que son capaces de buscar su orgasmo en lugares como el coche o el trabajo, quizás como un remedio efectivo contra el estrés y como fuente de bienestar. Parece que cada vez tienen más claro que el autoerotismo no es un tabú, sino que es salud».

Los hechos dan la razón a Carpallo. A la luz de la investigación, cualquier medio es bueno para gozar. Lo más frecuente es hacerlo en soledad, pero también en pareja (18%) o en tríos (1%). Los escenarios para grabar el éxtasis han sido tan variopintos como los caminos para alcanzarlo: sobre todo en la cama, pero también en el sofá, el suelo, la cocina, los baños o el lugar de trabajo.

Estados Unidos, Alemania, China, España y México han sido los países que más oídos han prestado a las voces que se solazan en el clímax. Las franjas nocturnas, entre las nueve y las diez de la noche, y la madrugada, de una a dos, son las preferidas para escuchar la llamada del placer.

Lo novedoso del asunto es que el estudio va acompañado de una representación artística. Las modulaciones de la voz de cada participante se han transformado en iconografías mediante tecnología digital. De este modo se ha montado una gran galería de imágenes abstractas que recrean de manera visual el placer femenino.

Del estudio también se desprende que el porno y el cine romántico influyen poderosamente en las expectativas sexuales. Y casi siempre para mal, porque ayudan a consolidar una concepción distorsionada del sexo. Miller, conocida por sus películas de 'porno ético para mujeres', aboga, en este sentido, por un género que supere los clichés masculinos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Repertorio de placeres