

Secciones
Servicios
Destacamos
carlos pajuelo
Miércoles, 22 de abril 2015, 08:05
Que a algunos se les rompió el amor de tanto usarlo o de usarlo poco, es una realidad porque cada año en España se divorcian 130.000 parejas. Las rupturas matrimoniales afectan a todos los miembros de la familia, a unos más que a otros, causando malestar, incertidumbre, incluso descontrol.
Ya hablé, en un anterior post ,de la manera de abordar con los hijos el divorcio de sus padres, pero en este post me gustaría hacer referencia a las dificultades que algunos padres y madres divorciados tienen para rehacer sus vidas y que el principal obstáculo para hacerlo proviene de la actitud que los hijos desarrollan frente al novio o la novia de sus padres. Hay hijos que rechazan a los novios y novias simplemente porque tienen la fantasía de que sus padres se puedan volver a unir, y obviamente, un nuevo novio-novia es un impedimento. Hay hijos que rechazan a los novios-novias por una cuestión de lealtad al otro progenitor. Como si el aceptar a una nueva pareja de sus padres supusiera hacer un desprecio al otro. Otros hijos simplemente rechazan a los novios-novias por temor a perder el cariño de su padre o de su madre, por celos.
¿Qué hacer?, ¿Cómo actuar en estas situaciones?, ¿esperamos a que los hijos se conviertan en unos adultos para rehacer nuestras vidas?, ¿nos sacrificamos?
1º.- En un divorcio hay que ayudar a los hijos a afrontarlo y para ello hay que tener paciencia y entender su descontrol si lo hubiera, pero esto no quiere decir que los hijos, los deseos de los hijos, sean más importantes que los deseos de sus padres.
Sigue leyendo en el blog Escuela de Padres.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.