La asociación anti ruido ultima una demanda judicial por la Ordenanza

Cacereños contra el Ruido no para. Ha llevado su batalla en defensa del descanso ciudadano a los tribunales y su presidente, Antonio Duran, asegura que están dispuestos a llegar hasta el final.

Denuncian que la Ordenanza del ruido, que entró en vigor en junio de 2009 y que ha cumplido su periodo transitorio, no ha servido para mejorar la situación. Al contrario, todo sigue igual. Y las administraciones, con el Ayuntamiento y la Junta de Extremadura, al frente continúan ignorando sus peticiones y quejas.

Pone el ejemplo de un recurso presentado el 6 de febrero de 2009 y que el Consistorio «ni siquiera se ha dignado resolver, algo a lo que la Ley obliga ante un recurso de reposición», aclara.

Hay más casos. Por ejemplo, la denuncia del Reglamento de Espectáculos Públicos, que Durán recuerda que es competencia de la Junta de Extremadura. La contestación que recibió Cacereños contra el Ruido fue que se remitía el asunto al Ayuntamiento. El presidente del colectivo lo resume de forma sencilla: «Es el clásico pim, pam, pum en el que la pelota somos nosotros y la Junta y el Ayuntamiento las raquetas». Y como la contaminación acústica no cesa, los locales no se adaptan a la nueva normativa, es decir, no se insonorizan y siguen los conciertos... queda esperar la resolución del juez. La Ordenanza está impugnada ante el Tribunal Superior de Justicia y el proceso avanza. La asociación anti ruido afirma que el Ayuntamiento mandó incompleto el expediente y su abogado tuvo que pedir al TSJEx que lo reclamase de nuevo. El siguiente movimiento será la presentación de una demanda. Cuestión de días, vaticina Antonio Durán.