Borrar
Urgente Luis, el hombre encontrado en Zarza de Montánchez, está en la UCI
«Tenemos grandes pintores que, sin Escuela de Bellas Artes, son reconocidos a nivel mundial»
REGIONAL

«Tenemos grandes pintores que, sin Escuela de Bellas Artes, son reconocidos a nivel mundial»

Francisco Pedraja Pintor y profesor emérito de la UExA sus 82 años, compatibiliza la docencia con la pintura y la presidencia de la Sociedad Económica de Amigos del País

PPLL

Sábado, 13 de febrero 2010, 13:52

-Llegó a Badajoz con catorce o quince años, ¿no?

-Con doce para cumplir trece. Como había pasado la Guerra Civil en Madrid, había perdido cursos y estaba retrasado en cuanto a los años de estudio. Iba a primero cuando debía estar casi en tercero.

-¿En qué asignaturas sacaba mejor nota durante el Bachillerato?

-En todas.

-¿Fue buen estudiante?

-Sí. Me encantaba. Y me sigue gustando estudiar.

-¿Dónde hizo el servicio militar?

-Lo hice en Servicios Auxiliares, en casa. Porque cuando estaba en la Ciudad Universitaria haciendo las primeras prácticas para ir a La Granja pasé por el Hospital Gómez Ulla y me encontraron un soplo en el corazón, que luego no me volvieron a encontrar, y me mandaron a Servicios Auxiliares.

-¿Cuándo adquirió su primer coche?

-Pues después de la Lambretta me compré un Simca 1.000, hacia los años sesenta y muchos.

-¿La originalidad, ese ansia de ser original, es a veces una rémora que echa a perder a un artista?

-Es que la originalidad sale porque sale. O sea, como la busque uno, no se encuentra. Eso de decir «yo soy muy original porque hago esto y esto» no vale, y de pronto algunos se dan cuenta, porque no han estudiado bien Historia del Arte, de que eso se ha hecho muchos años antes y muchas veces.

-Sí, como la famosa frase de D'Ors: «Todo lo que no es tradición es plagio», ¿no?

-Efectivamente.

-¿Quiénes le influyeron más, Picasso, Cézanne o Solana?

-La mayor influencia, porque es la pintura que más me gusta, ha sido el expresionismo, y sobre todo los tres expresionistas, cada uno en su faceta, que son Cézanne, Van Gogh y Gauguin. Y Monet, sobre todo el de la última época. Pero realmente me interesa todo.

-¿Y les reconoce el magisterio?

-Sí, claro. Yo creo que he aprendido mucho de ese estructuralismo de Cézanne, o del colorido de Gauguin o de la expresión íntima, del alma, de los personajes y del paisaje (que también es un personaje con alma) de Van Gogh.

-Van Gogh siempre le ha interesado, ¿no?

-Sí, sí. Y me interesa mucho Goya. Para mí Goya es una suma de pintores.

-Defíname en pocas palabras a una serie de artistas que le voy a ir citando. Zurbarán.

-La sobriedad suma y la ascética en la pintura.

-Ortega Muñoz.

-Pues muy cercano a Zurbarán. Claro, con un sentido nuevo que es el paisaje, que Zurbarán no hace; solamente lo tiene como fondo supletorio. Ortega Muñoz fue, además de un gran amigo mío, un gran artista.

-Juan Barjola.

-Juan Barjola me interesa menos que Ortega Muñoz. Es un pintor extraordinariamente importante y cercano, por ejemplo, en unos momentos a Picasso y a Bacon en otros, pero personal. No se puede decir que nadie sea tan personal que no se parezca a nadie, todos tenemos genes y rasgos de familia.

-Eduardo Naranjo.

-Me interesa mucho con su capacidad minuciosa de dibujo. Es un dibujante extraordinario. Y lo ha demostrado además con sus grabados. Esa es la faceta que más me interesa de él.

-Y es compañero suyo de la Academia de Extremadura.

-Sí, muy amigo y compañero de la Academia.

-Tardó cuatro años en pintar 'El mito de Occidente'. ¿Dónde conserva la obra?

-Pues está envuelta, en varios trozos, como si fuera una alfombra, metida en un armario. Descansando el... no sé cómo decirlo...

-...el sueño de los justos.

-El sueño de los justos. O de los injustos que no hicieron posible que eso se vea.

-¿Le duele que esa obra no esté expuesta permanentemente?

-Sí, me duele mucho. Creo que la hice con tanta ilusión y tanto cariño... Porque además es una obra profundamente filosófica. No es simplemente pintura, sino algo más: es búsqueda de la eternidad por el hombre desde la época de los sumerios.

-¿La humildad es una virtud del hombre sabio?

-La humildad es la virtud que debe tener todo el mundo, primero. Segundo, cuanto más se sabe, más se siente uno obligado a ser humilde porque se da uno cuenta de lo mucho que no se sabe. Entonces hay que ser humilde, aunque sea a la fuerza.

-¿Durante su trayectoria profesional ha tenido que superar muchas zancadillas?

-Muchas, pero se me olvidan. Yo, además de perdonar, olvido. O procuro olvidar.

-No es un hombre rencoroso.

-No, no, en absoluto. Creo que he tenido mucha suerte. A pesar de las zancadillas, he tenido muchísima suerte.

-¿Pintar es una liberación o produce desasosiego?

-Las dos cosas. En cierta medida es una liberación, porque lleva uno ideas, lleva emociones y parece que soltarlas es como quedar limpio por dentro. Pero también es penoso porque uno no consigue hacer lo que realmente se quiere hacer al principio. Yo ya no fumo, pero cuando lo hacía, me fumaba un paquete antes de empezar a pintar. Era la inquietud. Cada pincelada, como decía Matisse, me obliga a la siguiente. Ya va uno condicionado.

-¿Cree que sigue faltando una Escuela de Bellas Artes en Extremadura?

-Puede que sí, pero no ha hecho falta. Tenemos grandes pintores que, sin escuela de Bellas Artes, están reconocidos a nivel mundial.

-¿Y hacen falta más museos?

-Yo creo que hay demasiados museos. Llega un momento en que hay museos de cualquier cosa, y entonces queda arrinconado, perdido y olvidado. Hay que hacer museos vivos, museos que interesen. Con otras cosas, no sé... Un museo debe tener por ejemplo, actividades de conciertos, bibliotecas a disposición del público, incluso una cafetería y un restaurante. Por ejemplo, cada vez que viajo a Madrid visito el Museo del Prado. Voy a mediodía, como en el restaurante y lo veo a una hora que casi no hay nadie.

-¿Y hay algún cuadro que contemple siempre?

-Bueno, sí, uno de ellos es Los fusilamientos de la Moncloa, de Goya.

-¿Y el cuadro 'Perro en la arena'?

-Sí, me interesa mucho porque es el inicio de la abstracción. Si tapa uno con la mano la cabeza del perro, es un cuadro abstracto. En general, las 'pinturas negras' de Goya.

-¿Unir la imagen del pintor a la bohemia es una rémora del pasado?

-Bueno, fue una costumbre del pasado. Y las costumbres de cada momento están condicionadas por la sociedad, por falta de dinero y hasta para demostrar una cierta independencia, aunque la independencia importante es la que lleva uno por dentro. Yo la pintura la entiendo como algo que hago cuando necesito hacerlo. No como ir a la oficina a las ocho y salir a las tres. No, eso no.

-¿Aceptaría pintar un retrato por encargo de un mecenas?

-No. Y he tenido varias ocasiones para hacerlo, porque va uno muy condicionado. Recuerdo que cuando hice mi primera exposición individual en Madrid, en la Galería Altamira en 1953, pues había una señora importante, (creo que duquesa o marquesa) que la llevó un amigo crítico, y quería un retrato. Y aquella señora a mí no me decía nada... Claro, si me viene Bernard Shaw, [risas] a lo mejor hubiera hecho un retrato de Bernard Shaw, pero es distinto. Es otro mundo.

-¿Ha sido concejal, diputado provincial, director del Museo de Bellas Artes, profesor... ¿Le ha restado libertad creativa esas responsabilidades?

-En absoluto. Me ha hecho relacionarme mejor con la gente. Ser más humano y más directo con la realidad. No esconderme en un caparazón para pintar escondido. Hay una cosa que me gustaría señalar. Estuve catorce años, casi quince, siendo director del Museo de Bellas Artes sin cobrar nada, por amor al arte. Que es una cosa muy buena. Y luego estuve de concejal y diputado, de Cultura, en los dos sitios, lo cual me permitió hacer ciertas cosas que de no haber estado en los dos sitios no hubiese podido.

-¿Cuántos cuadros habrá pintado en su vida?

-Uff, muchos, setecientos u ochocientos.

-¿Y ha destruido mucha obra?

-Alguna. Cuando no me gusta, la destruyo. Tengo además dos críticos muy buenos en casa, mi mujer y mi hijo José María, que es licenciado en Historia del Arte. Y cuando ellos me dicen «Me parece que...». Malo. Me orientan muy bien.

-Admira una frase de la lápida de Lorenzo Suárez de Figueroa: «Obró siempre conforme a su edad». ¿Le gustaría adoptarla como epitafio?

-Como epitafio no me gustaría nada. [Risas]. Prefiero no acordarme de eso. Pero sería conveniente. Claro, que remedar a una figura como la de don Lorenzo me parece una demasía por mi parte. Yo creo que con «Aquí descansa en paz» se acabó.

-¿Suele pasear por la calle que le tienen dedicada en Badajoz?

-La veo al pasar en coche, camino de la Universidad. Alguna vez me paro para ver si leo la placa desde allí y tengo buena vista todavía. Y efectivamente, la leo desde la carretera.

-¿Cómo ve el arte contemporáneo en Extremadura?

-Hay gente joven muy interesante. Y lo estoy comprobando en las exposiciones en que participo como jurado con otros compañeros. No diré algún nombre, porque no vayan a enfadarse otros. Hay que ser discretos en eso. Pero todos saben que tenemos pintores importantes. Lo cual es bueno porque siempre ha sido así, desde el siglo XVI con Morales. Hemos seguido y seguido. Y una cosa curiosa. Cáceres provincia es más importante en arquitectura; Badajoz es más importante en pintura. Si hacemos un análisis, los más grandes pintores extremeños son de la provincia de Badajoz.

-Hizo una gran antológica en 2007. Y ese año le hicieron Hijo adoptivo de Badajoz. ¿Qué le falta?

-Me gustaría poder hacer muchas cosas. No sé si me dará tiempo. Decía don Gregorio Marañón que era una especie de «buscador de tiempo». Pues yo también. Soy más rápido al hacer ciertas cosas que otras personas que tardan más. Entonces puedo sacar más provecho al tiempo. Esta tarde, por ejemplo, tengo una clase de Expresión Plástica en la Universidad de Mayores.

-Ha dedicado murales a Europa y una serie a los mitos de la tauromaquia. ¿Qué se le ha quedado en el tintero, en la paleta?

-Se me ha quedado una cosa que por el año 1969 o por ahí se la dije a un amigo periodista que vive todavía, Fernando Saavedra. Le hablé de un proyecto que tenía, que son poemas plásticos a Iberoamérica. Y tengo hechos bocetos, estudios, y no lo he llegado a hacer porque quizás no ha llegado el momento. Creo que me tengo que dar prisa para hacerlo. Y lo haré, porque tengo mucha obra preparada.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Tenemos grandes pintores que, sin Escuela de Bellas Artes, son reconocidos a nivel mundial»