Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Martes, 16 de febrero 2010, 01:03
Las pequeñas tiendas de alimentación apenas sobreviven por la competencia de las grandes superficies en la mayoría de los barrios de la ciudad.
El Casco Antiguo es una excepción que confirma la regla. Fruterías, carnicerías y pequeñas tiendas de ultramarinos surten a los vecinos. El supermercado más cercano es el del paseo de San Francisco y muchos residentes del entorno de la Alcazaba desisten de subir hasta sus hogares con las bolsas. Antonio Guerra vende en su tienda, de poco más de 100 metros cuadrados, panes, periódicos, productos de limpieza y dulces.
Otro local muy solicitado es la frutería de Raúl Matamoros en la calle Muñoz Torrero. Raúl cree que la falta de locales amplios y de aparcamientos impide a las grandes cadenas expandirse al corazón urbano. «Para poner en marcha una gran superficie necesitarías tirar una manzana». Tampoco resulta operativo que la mayoría de las calles tengan el acceso cerrado a la carga y descarga. «Nosotros traemos toda la mercancía en una carretilla a pulso. No nos queda otra», explica Raúl.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.