La región se da dos años para reducir su factura eléctrica un 12%

Guijo de Santa Bárbara, un pequeño pueblo del norte de Cáceres, se ha convertido en un referente de eficiencia energética para toda Extremadura. La localidad de 500 habitantes ha sido la primera en la región en cambiar todo su alumbrado público para dotarlo de bombillas de bajo consumo. El resultado, según asegura su alcalde, el socialista Francisco Bernardo Huertas, es un ahorro en la factura municipal del 44%.

El coste del proyecto, 57.199,49 euros, ha corrido a cuenta de la Junta de Extremadura. En este caso, la totalidad del importe ha sido sufragado por el ejecutivo extremeño «porque estamos incluidos en el programa de inversiones de la Red Natura 2000», explica Bernardo Huertas. Para la mayoría de las poblaciones inscritas en el proyecto, sin embargo, la aportación de la Junta supondrá el 40% del coste total y aumentará hasta el 50% si se realiza previamente una auditoría energética para determinar cuál es la mejor manera de optimizar recursos en cada caso.

El pasado 12 de febrero finalizó el plazo para que los municipios que así lo desearan se suscribieran a esta mejora, que cuenta con un presupuesto general de 888.910 euros para esta fase.

La iniciativa se contextualiza en el convenio que firmaron en noviembre de 2008 la Junta y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, que nació con una partida económica de 5,9 millones de euros y una fecha en el horizonte: el 2012. Cada año se establecen unas convocatorias de ayudas en un sector. El de este año es el de alumbrado publico exterior de los municipios extremeños.

El objetivo, contemplado en el Acuerdo para el Desarrollo Energético Sostenible de Extremadura (Adese), es lograr una reducción del consumo eléctrico del 12,41% para el año 2012.

Fórmulas rentables

De momento, según el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, Jose Luis Navarro, el primer paso corre a cargo de los ayuntamientos de la región. «Existen fórmulas más rentables que deben conocer para ahorrar energía y costes», asegura.

Entre las más destacadas la Administración propone la sustitución de luminarias actuales, tanto en semáforos como en alumbrado, por otras de tecnología LED. También la de las lámparas de vapor de mercurio y su equipo auxiliar por vapor de sodio de alta presión; y la de luminarias por otras de mayor rendimiento y menor potencia. Así como la instalación de sistemas de regulación del nivel luminoso que permitan reducir niveles de iluminación en las vías publicas cuando se reduce la actividad de las mismas. También sugiere la instalación de sistemas de encendido y apagado mediante reloj astronómico.

Según la Junta, los gobiernos municipales podrían ahorrar con estos ajustes «hasta el 80% de la factura de la luz».

Francisco Bernardo Huertas asegura que en su pueblo se han ahorrado casi la mitad del importe mensual (44%) tras sustituir las lámparas de sodio de 70 watios por otras de 32. «En total se han puesto 220 puntos de luz, de los cuales 85 son nuevos», relata el alcalde socialista, que se muestra encantado con los resultados del proyecto.

Asimismo se han conseguido resultados muy positivos en un proyecto piloto que se ha realizado en el municipio cacereño de Hoyos. Allí se ha calculado que con modificaciones en el contrato y el cambio de luminarias el consistorio se ahorraría 6.000 euros anuales en la factura de la luz.

Según José Luis Navarro, todo son ventajas. El consejero de la Junta subraya que la inversión que los municipios deben realizar para modernizar sus instalaciones eléctricas «se recupera en dos o tres años», ya que el coste de comprar bombillas de bajo consumo, relojes temporizadores u otros sistemas «supone a medio plazo un ahorro importante para los ayuntamientos». A la parte económica hay que unirle también los beneficios que reportará el nuevo sistema al medio ambiente.