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Viernes, 19 de febrero 2010, 17:22
El sol ha dado hoy una tregua a la crecida del Guadiana. Asusta ver el nivel que ha alcanzado el agua que corre por el cauce del río y los dos arroyos que cruzan la ciudad. Los fantasmas del pasado (noviembre de 1997) vienen a la mente de los vecinos del Cerro de Reyes y San Roque en forma de riada. Pero la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) quiso lanzar ayer un mensaje de tranquilidad a los habitantes de Badajoz: tanto el Rivillas y el Calamón como el Guadiana tienen aún gran capacidad si las intensas lluvias persisten y hay que aliviar agua de los embalses.
Las isletas, la zona del azud, el embarcadero y el conocido 'pico' (donde el río se une con los dos arroyos) están totalmente inundados; no obstante, el presidente de la CHG, Eduardo Alvarado, afirmó que «el cauce del Guadiana va a 1.400 metros cúbicos por segundo -es decir, bastante crecido- pero tiene capacidad para tres veces más, hasta llegar a los 4.200 metros cúbicos, por lo que no hay ningún motivo de preocupación».
Por si acaso, Alvarado aseguró que «ya está activado el sistema de vigilancia del cauce para una mayor seguridad». Y añadió que el miércoles por la noche se llegó a la cota más alta de estos días, con 1.500 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, a mediodía de ayer ya había bajado a los 1.000 metros. «El cauce del Guadiana es muy variable y depende mucho de si el invierno es seco, es lluvioso, de los embalses... No se puede precisar una cifra media para comparar con la situación actual, pero sí es cierto que el río ahora mismo va alto».
En cuanto al estado de los arroyos, el Rivillas va a 0,8 metros cúbicos por segundo; y el Calamón a 0,4. Cuando se unen, a la altura del puente de la N-V, ambas cifran se suman y se llega a 1,2 metros cúbicos. «Pero la gran obra que hicimos después de la riada permite que el agua pueda subir hasta los 700 metros cúbicos por segundo y que no exista peligrosidad para los vecinos, es decir, la zona está preparada para una situación similar a la que ocurrió en el año 1997, así que los pacenses pueden estar tranquilos», quiso insistir el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
El embalse de Villar del Rey
Por su parte, el embalse que abastece a la capital pacense ha alcanzado su capacidad total (130 hectómetros cúbicos), «por lo que está soltando agua, tanto por la parte superior como por los desagües de fondo. Este sobrante va a parar, como es lógico, al Guadiana», indica Eduardo Alvarado.
Mientras persistan las precipitaciones, el embalse seguirá aliviando y el río y los arroyos continuarán creciendo por ambos factores: lluvia y desembalse.
Desde la Confederación Hidrográfica subrayan que estarán atentos al parte meteorológico y las crecidas por si es necesario llevar a cabo algún protocolo de actuación. Se mantendrá la vigilancia.
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