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M. ÁNGELES MORCILLO
Viernes, 26 de febrero 2010, 01:04
Los veterinarios de la oficina de la Zona de Mérida han contabilizado una treintena de ovejas muertas y otros diez corderos en la finca municipal de Royanejos. La muerte de los animales se descubrió el pasado fin de semana por un vecino que paseaba por el paraje en el que éstos se encontraban. Ya el pasado domingo, un vehículo de sanidad animal procedió a recoger los primeros cadáveres del campo.
Desde la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura se explica que «no se evidencian signos de enfermedad ni de lesiones en los animales. Algunos de los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición, y los propietarios, que son los responsables de los animales, ya han solicitado a Tragsa la retirada y destrucción de los mismos».
Desde la consejería también se afirma que «a fecha de hoy no se ha podido establecer una causa cierta de la muerte del rebaño. Lo que sí se barajan son distintas hipótesis que aún no se pueden aportar. Pero se descarta en un principio un posible abandono, pues el rebaño se encontraba en buen estado de carnes».
Durante esta semana, responsables del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) investigan la muerte de estos animales, sin que hasta el momento hayan podido precisar la causa del fallecimiento de estas cuarenta cabezas.
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