El ex alcalde Antonio Vélez pide la baja en el PSOE

El PSOE de Mérida pierde a un histórico y a un referente para muchos militantes. Antonio Vélez, alcalde socialista de Mérida entre 1981 y 1995, ha solicitado la baja como afiliado del partido.

La petición se ha llevado a cabo mediante un burofax que fue remitido a mediodía del miércoles a la sede regional a la atención del secretario general del partido en la comunidad autónoma, Guillermo Fernández Vara, también presidente de la Junta de Extremadura.

Según indica en su escrito, Vélez toma esta decisión «por no reflejar ya en la organización las razones que me llevaron hasta ella, hace 33 años», en plena transición a la etapa democrática.

«Diversas circunstancias relacionadas con la ciudad de Mérida, a la que tan emocionalmente me siento ligado, han conducido a esta decisión», explica en el escrito el ex primer edil emeritense. «Como también la injustificada desconsideración personal hacia quien fue alcalde socialista, en el periodo más dilatado de su historia».

Vélez añade en su breve escrito que «lo que ha terminado consumando esta ruptura ha sido la aceptación por el partido de, al menos, una central térmica de elevada potencia en los alrededores de esta capital, un hecho sin precedentes que va a hipotecar seriamente su futuro y que me resulta racionalmente insoportable».

Larga trayectoria

Antonio Vélez Sánchez llegó a la Alcaldía de Mérida en noviembre de 1981, después de un breve mandato de Florencio Hidalgo tras la dimisión en el verano de ese año del que fue el primer alcalde de la democracia moderna, Martín López Heras, quien se impuso en los primeros comicios municipales tras la dictadura en 1979.

Tras vencer por un holgado margen las elecciones municipales de 1983, 1987 y 1991, en el año 1995 cedió el bastón de mando al PP, que gobernó su primera legislatura en mayoría simple y, tras los comicios de 1999 y 2003, otras dos en mayoría absoluta. En 2007 la Alcaldía de Mérida volvió de nuevo al PSOE, encabezado por el ahora primer edil, Ángel Calle.

Después de abandonar la primera línea de la política municipal, Vélez ocupó cargos de responsabilidad en la Junta de Extremadura y la presidencia de la ejecutiva local del PSOE en Mérida.

En los últimos años ha destacado por su carácter crítico, lo que le ha llevado a enfrentarse a muchas decisiones que ha apoyado su partido, tanto en lo municipal como en lo regional. La recalificación de los terrenos de Carcesa, la construcción de una refinería en Tierra de Barros, el proyecto de adecuación del Templo de Diana y, especialmente, la aprobación de una central térmica de ciclo combinado en la comarca de Mérida, le han desmarcado de la línea 'oficial' del PSOE, lo que le ha llevado a solicitar la baja como afiliado.