Los libreros de Cáceres se plantean no participar en la próxima Feria del Libro

La Feria del Libro prepara la XI edición con cambios en su modelo. La Asociación de Libreros por la Cultura no forma parte del comité organizador de esta cita, por primera vez, a pesar de que fue este colectivo el que puso en marcha esta actividad hace diez años.

Discrepancias con el Ayuntamiento y con Ifeca (la institución ferial cacereña) hicieron que esta asociación saliera del comité organizador el pasado mes de diciembre. Esta circunstancia hace que en la elaboración del programa de la feria no intervengan los profesionales del libro, cuya participación se limitaría a su presencia en las casetas. Y eso último, estar en la feria, es lo que se plantea la Asociación de Libreros de Cáceres, de la que forman parte siete de las ocho librerías cacereñas que el año pasado estuvieron el Paseo de Cánovas. Según Jaime Naranjo, presidente de esta asociación, la semana que viene mantendrán una reunión para fijar su postura.

Plazos

La feria, que se celebra del 22 de abril al 2 de mayo, acaba de aprobar su reglamento, que fija las normas a las que deben acogerse los participantes, una de las cuestiones pendientes en los últimos tiempos y que tampoco convence a los libreros. Hay detalles espinosos como los cortos plazos establecidos o el precio de las casetas.

Según Rafael Robina, gerente de Ifeca, no ha habido «portazo» sino más bien, un replanteamiento de la estructura organizativa, y que la Asociación de Libreros de Cáceres estará ahí para aportar sus ideas.

La concejala de Cultura, María José Casado, indica que había cierto «cansancio» por parte de estos profesionales, y la propia asociación confirma que sí, que hay cansancio y disparidad de opiniones en cuanto el rumbo que debía tomar este acontecimiento. No hay una causa única para esta ruptura, sino un compendio de asuntos que vienen de atrás, de las diferentes formas en las que se puede enfocar un hecho cultural como éste.

Estos profesionales se ocupaban, entre otras cosas, de mediar para que acudieran los escritores a la feria. En esta ocasión ese trabajo tendrá que hacerlo el comité organizador. Los libreros tendrán en esta ocasión un papel mucho más secundario, si es que finalmente deciden acudir a la fiesta de los libros, en plena primavera.