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DOMINGO CÁCERES
Sábado, 27 de febrero 2010, 23:05
El Pines Balonmano Badajoz se ha proclamado por vez primera campeón de liga en el Grupo D de Primera División y lo ha conseguido de forma brillante. Los pacenses fueron muy superiores al EBIDEM Melilla, al que vencieron por 38 goles a 16, en un encuentro que dominaron de principio a fin. Es la primera vez que el título de liga en el Grupo D se queda en la Comunidad Extremeña.
El Pines ha conseguido estrenar su palmarés en Primera División conquistando el título de campeón de grupo, en su cancha, el fortín que lleva sin ver una derrota de los extremeños desde septiembre de 2008. La hazaña se ha cimentado en una temporada casi perfecta, con catorce victorias, trece de ellas consecutivas, y una sola derrota, que ha permitido al equipo de Antonio Antúnez erigirse campeón de grupo a falta de cinco jornadas por disputar. En el partido de ayer Pines fue superior prácticamente durante todo el choque y mereció la victoria. Pines dominó el partido de cabo a rabo y en ningún momento vio peligrar la victoria que le llevaría a cantar el alirón. Además, el conjunto melillense -penúltimo clasificado- llegaba sin presión a Badajoz, con el único aliciente de lograr una nueva victoria, ya que no se jugaba nada en el final liguero y tenía garantizada su presencia en la categoría la temporada próxima.
Desde el principio, el equipo extremeño saltó a la cancha con seriedad y una motivación enorme. Además, las espectaculares actuaciones de Hugo Garza, con siete goles, y de Borja Presumido bajo los palos hicieron que el camino hacia el triunfo fuera más sencillo.
Durante toda la temporada, y prácticamente desde que Antúnez ocupa el banquillo del Pines, este equipo basa su fortaleza en su gran defensa y en esta oportunidad volvió a quedar patente. Melilla solo fue por delante en el marcador con el primer tanto del partido, , ya que tres goles consecutivos permitieron que el Pines abriera brecha, 1-3. La defensa extremeña estuvo a un gran nivel, igual que su portería, y los norteafricanos tuvieron muchos problemas para sobrepasarla a lo largo de todo el encuentro. El equipo visitante resistió únicamente la primera mitad, y se fue al descanso ya con una desventaja de diez goles (9-19), y marcando sólo un gol desde el minuto quince de la primera mitad.
En la segunda mitad el encuentro se convirtió en un monólogo del Pines Balonmano Badajoz, que demostró que todos sus jugadores son importantes, y que la etiqueta de suplentes y titulares es sólo una cuestión formal. Todos jugaron, todos aportaron a la victoria, y Ebidem Melilla únicamente pudo certificar que este Pines es el mejor equipo del campeonato. Mientras la portería pacense estuvo defendida por Borja Presumido se vio todo un recital de paradas, pero además el joven Manu Fernández también se quiso unir a la fiesta y detuvo todo lo que le fue entre los tres palos, consiguiendo un cien por cien de efectividad en el tiempo que estuvo en pista. Cada parada del joven portero era festejada por sus compañeros y por la grada. Aunque el Pines en algunos momentos se precipitó y tuvo algún balón perdido de más, los extremeños manejaron una comodísima ventaja de más de quince goles durante los últimos diez minutos y comenzaron a celebrar el título minutos antes del final.
El marcador final fue de treinta y ocho goles a dieciseis y el público pacense, unos 450 animosos espectadores, despidieron a ambos equipos con aplausos, incluso corearon largamente el nombre del Pines. Al final, equipo y seguidores se fundieron en una emotiva ovación. La afición no podía fallar al equipo en una ocasión tan especial y La Granadilla vibró durante todo el choque. El conjunto de Nino Antúnez celebró su primer título sobre el parquet del Pabellón La Granadilla y posteriormente hubo gran fiesta en los vestuarios.
Los jugadores del equipo estaban contentísimos con el éxito logrado, y todos hicieron hincapié en lo importante que era lo logrado hasta ahora, pero que no se conformaban, y que quieren redondearlo en la fase de ascenso.
Una vez finalizó el partido, el míster pacense se mostró eufórico. Hemos puesto un gran broche a una magnífica temporada. Todo esto es muy bonito, se lo queremos dedicar a nuestra afición, que siempre ha estado con nosotros. No podemos parar ahora, esto no acaba aquí... sólo es una primera piedra y falta mucho para completar la obra, fueron las palabras de un técnico que ha llevado al Pines a lo más alto.
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