

Secciones
Servicios
Destacamos
JAVI PÉREZ ENVIADO ESPECIAL
Domingo, 16 de mayo 2010, 13:10
El Badajoz tendrá que sudar lo suyo en el Nuevo Vivero si quiere subir a Segunda B. El Mancha Real le pondrá caro el ascenso. Al final el susto se lo llevó el Badajoz. La derrota mínima con el valioso gol de Chamorro es lo mejor que le ha podido pasar en el infierno verde. Porque podía haber sido peor a tenor del peligro que llevaba Salva en sus manos en los casi córners. La Juventud se convirtió en una encerrona que privó al Badajoz ofrecer todas sus virtudes. No se encontró cómodo el equipo de Adolfo en ningún momento. Además, le tocó jugar siempre a contrarreloj por el inesperado gol de Cobo en los minutos de tanteo. El equipo jiennense es como un hueso de aceituna, aparentemente inocente por su historial, pero que te las hace pasar moradas si se te atraganta. Es lo que le pasó al Badajoz. Se topó con un rival aguerrido, pegajoso. Parecía una fiera atrapada en una jaula. Estaba encorsetado y en ese papel no se ve. Sufrió lo indecible porque no acarició la pelota. Tete y Toni apenas tuvieron protagonismo y eso al equipo le pasa factura. De los nervios iniciales se pasó a la precipitación. Mejoró con Etamané entre líneas, pero también cayó víctima de la extrema auto-exigencia que se ha impuesto su equipo al rifar los balones en sus acertadas salidas.
El Mancha Real no le dejó hacer su juego ejerciendo una presión a la que no está acostumbrado el equipo de Adolfo. Salía mejor de los rechaces y montaba unas contras que ponían el alma en vilo. Se le notaba más motivado que a los pacenses.
Un futbolín
Este Badajoz no sabe jugar al futbolín. Sin bandas se convierte en un equipo vulgar y para colmo el Mancha Real se dio cuenta del daño que podía producirle en los balones colgados y no dudó en enviar a sus torres gemelas al área de un Ímola algo impreciso en el segundo gol. Aybar sabía que si sujetaba bien a Tete se quitaba un problema de encima. Lo consiguió y llevó al Badajoz al borde de la desesperación. Los pacenses perdieron su primer partido después de casi ocho meses. Esta derrota supone una mancha en un expediente intachable en la trayectoria de los de Adolfo. Su empuje le valió para empatar merecidamente, pero Negro no le dio opción en la siguiente jugada.
Ruby sostenía a su equipo con sus precisos lanzamientos de falta, pero no fue suficiente porque fue a dar con la tarde de Mendoza. Resulta paradójico pero el Badajoz se sintió perdido en tan pocos metros cuadrados. La Juventud se convirtió en una trampa en la que cayó sin dar muestras de su contundente eficacia ofensiva en el campeonato extremeño.
Mal empezaron las cosas para el Badajoz. En el primer acercamiento se llevó el primer mazazo. No le dio tiempo ni asentarse en el tapete. Negro se fue de velocidad, vio a Cobo que encaraba y de tiro cruzado sorprendía a Ímola. El Badajoz no lo creía. Se le rompían todos los esquemas. Trató de recomponerse del mazazo, pero no encontraba espacios. Se sentía agobiado y tras el gol más acelerado. El partido se ponía donde no lo quería Adolfo. El técnico pacense probó cambiando a Cajoto y Tete de bandas, pero la presión del Mancha Real era asfixiante. El equipo buscaba a Ruby, aunque cualquier intento de abrir a banda resultaba estéril. Entre tanto las aproximaciones locales llevaban veneno. Las dimensiones del campo propiciaban que el balón pasara de un área a otra. Tete lo intentaba, pero enseguida tenía a tres encima. Ruby sería el encargado de meter el miedo en el cuerpo a los aceituneros pagándoles con su propia moneda. Dos faltas botadas por el mediocentro al filo de la media hora pusieron en serios aprietos a Mendoza, que resolvió sensacionalmente, sobre todo la segunda en una gran estirada que despejó a córner cuando la pelota se colaba por la escuadra. Pero.enseguida tendría su réplica en un saque de banda-casi córner que el gigantón Juanito peinó atrás y que salió rozando el poste izquierdo de Ímola.
Precipitación
El Badajoz seguía sin encontrar huecos y en algunas ocasiones caía en la precipitación. Tete logró enganchar una de las suyas y la puso atrás, pero el remate de Gabri Grillé salió ligeramente desviado. Los blanquinegros no encontraban su juego y mientras tanto la velocidad de Juanma por la izquierda se convertía en un auténtico quebradero de cabeza para la línea de atrás. Sufría mucho para defender a balón parado. Tanto que un saque de esquina el larguero evitó que Negro pusiera el segundo en el marcador. Después llegaría otro de cabezazo de Chico que se paseó por la portería.
Toni estaba perdido entre las dos torres mancharealeñas. Tampoco le llegaban balones. El Badajoz quería salir rápido y buscar una amplitud de banda que el reducido campo no permitía. Insistía, insistía, pero sus llegadas se desvanecían.
El partido no estaba para muchas alegrías ni florituras. Adolfo optó en la segunda mitad por meter altura en su equipo y colocó a Etamané con libertad de movimientos.
La apuesta empezó bien porque al cuarto de hora Chamorro aprovecharía una serie de rechaces a centro de Marcos Guerrero para soltar un derechazo libre de marca y fusilar al inspirado Mendoza. La grada supletoria era un clamor y casi se vino abajo. Pero la alegría duró poco. Un nuevo saque de banda-córner de Salva devolvería al Badajoz a su ansiedad inicial. Negro se elevó sobre sus marcadores y cabeceó a la red. En ausencia de una circulación fluida, el Badajoz también recurrió a la estrategia. Mendoza volvería a lucirse para sacar bajo palos una ejecución perfecta de Ruby que ya se cantaba en la grada. Después le tocaría salir como libre para anular el intento de aproximación de Etamané.
El Badajoz seguía sin encontrarse. Lo buscaba arriba, aunque los rápidos contragolpes del Mancha Real le obligaban a no correr riesgos en defensa. Con la pólvora mojada arriba, el único consuelo que les quedaba era apagar los fuegos que se le multiplicaban atrás. Poco a poco le fue comiendo terreno al rival, pero el reloj le bloqueaba. La defensa mancharealeña esperó la ofensiva blanquinegra al límite y en dos acciones rozando el penalti permitió a los pacenses animarse. Ruby la tuvo en el último minuto, pero su golpeo se estrelló en el larguero. El Mancha Real desmonta los registros pacenses. Badajoz tendrá que demostrar en el Nuevo Vivero sus números por qué ha sido el mejor de la Tercera española.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Ya hay nueve detenidos por el tiroteo entre clanes de Plasencia
Ana B. Hernández
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.