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Un dorsal, diez segundos y una ilusión
BADAJOZ

Un dorsal, diez segundos y una ilusión

El programa vuelve en septiembre y los que superen la prueba serán llamados antes del 15 de julio El casting de Operación Triunfo congrega a cientos de jóvenes en el hotel NH en busca de la fama

J. LÓPEZ-LAGO

Jueves, 17 de junio 2010, 03:30

A unos les da vergüenza que en el pueblo sepan que han venido y otros buscan una cámara para que nadie dude de que han estado ahí. Los hay que acaban la prueba exultantes y a quienes se les adivina el desánimo en la cara. Y entre los que llevan años esperando una oportunidad no falta quien se retira justo cuando lo llaman por su número. O los que cambian de opinión en el último segundo, como Carmen Cintas, con el dorsal 4016: «Iba a cantar una canción mía, pero al final he elegido una de Rosana. El caso es que apenas he dormido por los nervios».

La zona de espera de un casting de Operación Triunfo no es un lugar de emociones estables. Lo único seguro es que siempre hay alguien tarareando una canción y padres o amigos para dar ánimos, aunque el jurado te haya cortado con un ¡gracias! cuando sólo has entonado media estrofa.

Otra cosa en la que coinciden los cientos de candidatos que ayer acudieron al primer casting de OT en el hotel NH de Badajoz es que ninguna edición posterior del programa que busca cantantes anónimos con talento es equiparable a la primera. David, cacereño de 24 años es fan de Rosa y ayer estaba en el grupo de los pesimistas. «He cantado 'killing me softly' pero como me coja el autor de la canción me da una paliza ¡Qué vergüenza!». Ayer empezó la selección para la próxima edición, que comienza en septiembre y para la que aún quedan dos pruebas más. La edad mínima exigida es 16 años.

Apoyada en la puerta esperaba Ana, madre de Ariana, de 18 años y que confesaba estar más nerviosa que su pequeña. También llevaron a su hija Adela Campos y Antonio Rangel, residentes en Pueblonuevo del Guadiana y aficionados a los bailes de salón. «A mí también me gusta cantar -terciaba la madre- lo que pasa es que me va más la copla y ya no tengo edad. Si hubiera estas cosas cuando yo era joven...».

«Yo vengo acompañando a Jhonny Solís, es el mejor. Llegó al quinto casting de Factor X y hace hora y media que entró. Va a cantar 'Mientes', de Camila, ¿quieres que te la ponga en el móvil? ahí va. El Jhonny la clava», explicaba Elizabeth Mendoza, de 18 años y que vino de Mérida con su amiga Ana de la Osa, de 17. Con la pegatina 3953, aparece Jhonny, con mechas, decorador de interiores en paro y quejándose de que apenas le han dejado llegar al estribillo. «Me enteré por la tele y como estaba tan cerca vine. He estado tranquilo porque yo ya he actuado en muchos festivales», declaraba este joven de 29 años. Ante la objeción de la edad sus dos admiradoras saltan casi al unísono: «¡Mira Manu Tenorio, lo mayor que era cuando entró en OT!». Alba María Benítez está en segundo de Magisterio y tiene un examen mañana, pero merecía la pena dar un paso más allá del grupo de folclore de La Zarza donde suele cantar y ayer probó con 'Hijo de la luna'. La trajo su hermano.

Esta vez los casting se han diversificado en 17 capitales españolas porque cuando eran menos pruebas y se concentraban en grandes ciudades las esperas eran tan largas que algunos candidatos llegaban agotados al momento clave.

A Noelia Sánchez lo único que le falló ayer fue que no la dejaron tocar la guitarra con la que cargó toda la mañana. Sólo se cantaba a capela y sin moverse de un círculo para no salirse del plano de la cámara. Ella es de Losar de la Vera, aunque trabaja en Badajoz como técnico infantil. «Decidí probar porque siempre me ha gustado la música. Con 15 años ya grabé un disco pop y hoy he pedido el día de asuntos propios para venir», explicaba esta chica de 25 años que, como otros candidatos, hizo amigos en la cola.

Será porque le dejaron cantar hasta una canción y media o porque apuntó alto emulando los vozarrones de los tenores de Il Divo y después de Andrea Bocelli, el caso es que Alberto Verdasco, de Valdelacalzada, fue de los pocos que afirmaba rotundo al salir «si te soy sincero, a mí me ha ido bastante bien». De momento, al que no hayan llamado antes del 15 de julio es que se queda fuera de la siguiente prueba, aunque la mayoría coincidía ayer en que la experiencia de probar mereció la pena.

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