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Viernes, 9 de julio 2010, 11:31
Desde tiempo inmemorial, Zalamea de la Serena ha sido el centro comercial de la comarca. Labradores de todos los municipios vecinos se desplazaban, sobre todo en época del rodeo ganadero, a comprar o reparar sus aperos y utensilios para las caballerías que ayudaban en el campo. Los talabarteros y guarnicioneros hacían el agosto y vendían en la céntrica calle Feria sus productos.
En toda la comarca de La Serena, la familia Bueno ha sido generación tras generación la que más fama ha adquirido en esta actividad por la calidad de sus artículos. Ahora sus descendientes son los que se encargan de continuar con este noble oficio. Un trabajo que ha llegado a identificar a esta población, la talabartería y guarnicionería, o lo que es lo mismo, la fabricación de albardones, aparejos, sillas de montar, cinchas y el largo etcétera de arreos para burros, mulas y caballos. Un oficio que como otros artesanos ha ido decayendo por la progresiva mecanización del campo. Sin embargo, en Zalamea aun quedan los últimos talabarteros de la región. Aunque son muchos los que siguen vendiendo este tipo de productos, José Bueno, padre e hijo, son de los pocos fabricantes que quedan actualmente. Aún continúan usando las antiguas herramientas para cortar y coser el cuero, lona y otras telas utilizadas para elaborar de manera artesanal todos los utensilios relacionados con la equitación.
Recreo y espectáculo
José Bueno, padre, talabartero de toda la vida, indicaba a Hoy que, desde niño ya ayudaba a su tío rellenando albardones de tela con paja de centeno, precisamente quien le inculcase este trabajo y del que ha vivido toda su vida. Trabajo que ha continuado su hijo, también de nombre José Bueno, que es ya la tercera generación que ha continuado con el negocio.
Algunos talabarteros locales han optado por desviar su profesión y dedicarse a la venta y fabricación de artículos más comerciales, como ha sido la venta de bolsos o la elaboración e instalación de toldos y lonas o la tapicería. Sin embargo, José Bueno, padre e hijo, continúan fabricando y reparando sillas de montar, polainas de cuero, arreos, cinchas,. artículos que anteriormente estaban más enfocados a las caballerías que ayudaban en la agricultura y que últimamente se utilizan más para el recreo y el espectáculo.
En la tienda- taller situados en la calle San Francisco Nº 5 de Zalamea de la Serena, aunque complementan su venta con artículos de caza y viaje, podemos encontrar y comprobar incluso cómo se fabrican las sillas de montar, su especialidad, aunque también está a la venta todo lo relacionado con la guarnicionería: cabezadas, cinchas, correas, gruperos, jáquimas, riendas,. todo hecho a medida y de manera artesanal, como se hacían las cosas antaño, un oficio por el que la familia Bueno ha seguido apostando, habiéndose ganado la confianza de clientes que se desplazan de toda Extremadura y otras regiones limítrofes.
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