Renfe suprime un tren por falta de interventores, y otros circulan sin ellos

El trayecto ferroviario matutino (seis y diez de la mañana) entre Cabeza del Buey y Mérida está lleno de variantes. Los viajeros que quieren hacerlo desde las primeras cuatro estaciones tienen que iniciarlo en autobús, y a partir de Villanueva de la Serena se puede abordar el tren si es que éste espera ese día; a la vuelta por la noche pasa a la inversa, en Villanueva el viaje sigue en autobús.

El delicado equilibrio que mantiene en servicio este convoy, subvencionado por la Junta debido a sus pérdidas, se ha zarandeado por la negativa de algunos interventores a pernoctar en el piso alquilado de dos estancias que Renfe mantiene en Cabeza del Buey.

Días atrás los interventores llegaban desde Mérida a esa localidad por la noche e inmediatamente mandaban un telefax a Renfe pidiendo un lugar adecuado, conforme a lo que indica el reglamento, para pernoctar y regresar así a la mañana siguiente a Mérida realizando su labor en el servicio de la mañana.

La noche en un banco

Al no haber ese alojamiento avisaban en el telefax que no se encontraban en condiciones para realizar el servicio del día siguiente «y nos quedamos en un banco de la estación», asegura Antonio Martín Lancho, uno de ellos.

CC OO mantiene un pulso con el operador ferroviario desde que e sindicato se negara a firmar el acuerdo que entró en vigor el pasado 1 de julio y que sí suscribieron UGT y el sindicato de maquinistas Semaf.

Comisiones se niega a aceptar nuevas condiciones que en su opinión flexibilizan en exceso la jornada laboral, cambian las funciones de los trabajadores y «consagran» una falta de personal que Renfe «no está dispuesta a cubrir», acusa Nicolás Taguas, extremeño y dirigente nacional ferroviario de CC OO.

Como medida de presión, varios interventores están exigiendo sus horas de descanso y ese lugar adecuado para dormir en Cabeza del Buey, ya que por el acuerdo nacional del 1 de julio han perdido las compensaciones económicas que antes les hacían transigir en algunos aspectos.

La consecuencia es que faltan interventores en la ruta Mérida-Cabeza del Buey y el trayecto se hace sin ellos hasta Villanueva de la Serena, pero a partir de ahí el tren no puede circular sin esos profesionales porque el resto del trayecto carece de sistema de seguridad por radiotelefonía.

El tren se queda en Villanueva y un autobús lleva a los viajeros a las estaciones siguientes, Campanario, Castuera, Almorchón y Cabeza del Buey.

A la mañana siguiente vuelta a empezar, salida en autobús hasta Mérida porque normalmente el convoy arranca desde Villanueva y sólo coge a los viajeros de esa estación y las siguientes.

Al faltar ese interventor que procedía de Cabeza del Buey algunos servicios Mérida-Badajoz-Mérida circulan también sin él, critica CC OO. En uno y otro trayecto, al no haber esa persona nadie comprueba que los viajeros lleven billete.

La exigencia de este sindicato es que al menos se dote con dos interventores más al centro de trabajo de Mérida, donde ahora hay 20 operativos en los trenes, a fin de poder organizar turnos de descanso.

La Junta de Extremadura conoce el problema y espera que se arregle, terció ayer la Consejería de Fomento, que entiende que es un conflicto entre partes y que aunque ella lo que subvenciona son trenes el servicio público de transporte sigue funcionando si bien en autobús.

Los interventores de CC OO advierten que los correcto es que haya alguno de ellos en el tren porque son los responsables de la seguridad, ayuda e información a los pasajeros.

Renfe no ha hecho todavía ninguna declaración con respecto a este problema.