Todos quieren ser médicos

Lleva años como líder absoluta, indesbancable en la lista de solicitudes de la UEx. Se trata de la carrera de Medicina, que cada curso copa el primer puesto de solicitudes con una diferencia notable respecto al resto de estudios que oferta la universidad extremeña. Este año han sido 2.961 las personas que han demandado plaza para estudiarla y de ellas la mayoría (2.814) la piden como primera opción. Para hacerse una idea de la diferencia con otros programas, en el número dos del listado está Enfermería en Cáceres, con 1.768 solicitudes de las que solamente 395 estudiantes la piden como primera opción. Sin embargo, no sólo los mejores estudiantes pueden cursar la carrera de medicina. La nota de corte para poder matricularse este curso es de 12,5.

¿Qué es lo que despierta tanto interés por la medicina? Los expertos coinciden en que, por encima de todo, está la vocación, junto a la que tampoco descartan un sentido práctico de la vida motivado por el hecho de que la de médico sea una de las profesiones con menos paro. En cualquier caso, elegirla por asegurarse un trabajo es una opción secundaria.

«La primera lectura que se tiene que hacer es la vocacional», dice Pedro Bureo, decano de Medicina. «Sin desmerecer a ninguna otra profesión, la de médico es la más bonita, especial, única y diferente, porque tratamos con personas, no con hechos o con cosas; personas enfermas hacia las que tenemos la gran responsabilidad de intentar curar».

Visión solidaria del trabajo

A la misma cualidad, la vocacional, alude también Remigio Cordero, profesor en la facultad pacense y Jefe de Estudios en el Hospital Infanta Cristina. A ello y, también, a la variedad de oportunidades de desarrollo profesional que ofrece.

«La práctica médica tiene la característica intrínseca de utilidad social y una visión solidaria del trabajo que la hacen muy atractiva. A eso hay que unirle las posibilidades que ofrecen sus especialidades, de manera que hay quien la elige por sus oportunidades de investigación; otros, porque lo que quieren directamente es atender enfermos; algunos porque quieren desarrollarse profesionalmente en una oenegé...».

Junto a todo ello no se descarta el pragmatismo, el hecho de que sea una de las profesiones con menos índice de desempleo. «Es raro ver a un médico en paro», señala Bureo. Si eso ocurre es porque se trata de la única profesión a la que desde hace años se limita el acceso según las necesidades sociales.

El freno se puso después de comprobar que el libre acceso a la profesión que se había producido en las décadas de los 70 y 80 tuvo como consecuencia una bolsa de 24.000 médicos parados en España, según los datos que maneja el decanato de Badajoz. A partir de ahí se determinó establecer números clausus en el acceso a la carrera y a la residencia (MIR), que en el caso de la Uex está en 140.

Ciento cuarenta plazas para los privilegiados que logren finalmente estrenarse en Medicina, frente a 2.961 solicitudes, dos números imposibles de ajustar que van a dejar muchos en la estacada, con su sueño colgando de una lista de espera. «Las cifras son tremendas», acepta Pedro Bureo, «pero no queremos que baje la calidad de la enseñanza».

De ahí que se apueste por mantener unos límites numéricos que han servido para «absorber la bolsa de paro», añade Cordero. «Quien estudia Medicina podrá tener una formación complementaria, aunque puede que no sea la que en principio quería y que, cuando termine, tenga una altísima posibilidad de ejercerla, aunque tal vez no sea en el sitio que desee».

Pesa la vocación, en cualquier caso. Si no, no se entendería el afán por estudiar la carrera más larga de Europa, una Medicina que implica 11 duros años frente a los libros, a los que seguirán eternas veladas de guardia y un reciclaje continuo que asegure que se está a la altura de los tiempos y de las circunstancias.

«Para nosotros es una satisfacción que los solicitantes de Medicina sean los estudiantes con las mejores notas. Como decano siento un gran orgullo»