«Si hiciese falta volvería a la agricultura, porque sé lo que es»

Desde bien pequeño conoció los trabajos en el campo y la ganadería, a través de la explotación que años atrás regentaba su padre en el municipio cacereño de Guijo de Santa Bárbara. Sin embargo a Jesús Santos, de 22 años de edad, no acababa de convencerle este tipo de tareas, por lo que se decidió a estudiar automoción y actualmente trabaja como mecánico en el taller Pau's Motor, ubicado en Navalmoral de la Mata.

-Comenta que trabajó desde muy joven en el tabaco, ayudando a su padre. ¿Cómo recuerda aquel periodo?

-La verdad es que los recuerdos me vienen casi de nacimiento, pues mis padres ya cultivaban tabaco antes de que naciera. Tenían una explotación de 3.600 kilos de tabaco Burley (popularmente conocido como 'negro') en la finca La Serradilla, situada entre Jarandilla de la Vera y Guijo de Santa Bárbara. Desde bien pequeño procuraba ayudar en lo que podía, dando tabaqueras en la época de la recolección o en lo que me mandaran.

-Además también tenía un rebaño de cabras que compaginaban con las labores agrícolas.

-Sí, pero las vendieron bastante antes. Con el tabaco continuaron más tiempo, hasta hace pocos años, cuando lo dejaron de forma definitiva.

-¿Por qué no se decidió a continuar en la finca?

-Porque a mí tampoco me gusta mucho. Prefería estudiar algo para poder trabajar en otra cosa, además de que ya sabía lo que era el campo. Todos los veranos veía como mis amigos tenían el día libre para irse a bañar y disfrutar, y sin embargo ahí estaba yo, trabajando todo el día. De este modo comencé a cursar un ciclo formativo de grado medio de electromecánica, en el instituto de Jaraíz de la Vera. Además desde que acabé los estudios, ya hace cuatro años, no he dejado de trabajar.

-¿Qué es lo que más y menos le gustaba de aquel trabajo?

-Lo que mejor llevaba era cortar las flores, pues no tenías que agacharte. Para mí lo peor era la temporada de binar, precisamente porque tenía que hacerlo muy agachado, con un zacho que aún recuerdo.

-¿En alguna ocasión llegó a plantearse seguir con el tabaco?

-No, nunca. Siempre lo tuve muy claro.

-Imagino que entre sus amistades habría situaciones similares. ¿Siguieron su mismo camino o distinto

-Hay un poco de todo. Algunos, cuyos padres eran vaqueros, continuaron con el rebaño. Pero otros estudiaron o buscaron otros trabajos distintos y se marcharon del pueblo.

-Imagine que llegara un momento en que realmente tuviese que plantearse volver al campo. ¿Le costaría hacerlo?

-Hombre, llegado el momento. La verdad es que las cabras me gustaban, pero lo que es verlas, no trabajar con ellas. En cuanto al tabaco, si no tuviese más remedio lo haría, está claro, aunque no me guste, pues en algo hay que trabajar. Además a mi padre le gustaría, pues tanto mis dos hermanos como yo decidimos marcharnos del campo.

-No obstante comenta que esporádicamente sigue teniendo contacto con estas labores.

-Sí, así es. Tengo otros familiares que actualmente siguen poniendo tabaco y los ayudo de vez en cuando. Como ya sé lo que es, no me importa hacerlo.