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Domingo, 5 de septiembre 2010, 14:08
Cae la noche y un grupo de amigos se dispone a cenar tras haber presenciado un espectáculo de teatro. Tras la cena, una joven pide a otra que le enseñe a bailar sevillanas y de repente, se improvisa un pequeño 'tablao' en el que se baila y se canta con total naturalidad y terminan incorporándose a las lecciones varias personas se pasaban por allí. La escena tiene de especial que se desarrolló la pasada semana en un bosque en pleno corazón de Jelcz-Laskowice, una localidad de más de 15.000 habitantes ubicada en el sur de Polonia; los que aprendieron a bailar sevillanas eran un grupo de franceses e italianos y los que las enseñaban, alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Extremadura.
Allí, a más de 3.000 kilómetros de Cáceres (donde se ubica la sede de la escuela), los jóvenes actores participaron en 'Melodrama 2010', el primer festival europeo de escuelas de teatro en el que convivieron, actuaron, disfrutaron, aprendieron y se emocionaron junto a compañeros de Italia, Polonia, Alemania y Francia.
El grupo español, compuesto por alumnos, profesores y el director de la ESAD extremeña, llegó a Polonia el 22 de agosto y permaneció allí hasta el día 30 representando en tres ocasiones 'Montañas de Yo', una obra escrita y representada por los propios alumnos, cuya directora, Carmen Galarza, también participó actuando. Y es que, cada país participante lo hacía interpretando sus espectáculos de fin de curso, según explicó Alain Leonard, el director artístico del festival -conocido en el mundo teatral por ser el director del Festival Off de Aviñón (Francia)- quien expresó que era una oportunidad para apreciar y conocer los distintos lenguajes artísticos y confrontar sus distintos métodos de aprendizaje para conseguir un oficio tan difícil y fascinante como el de actor. En su opinión un oficio se puede aprender, pero el arte de la comedia se transmite.
Y se transmite también la emoción, el sufrimiento, el amor. sólo de esa manera puede explicarse que cada noche muchos vecinos de Jelcz-Laskowice se acercasen para presenciar las representaciones de los distintos grupos sin entender italiano, alemán o español. La obra extremeña 'Montañas de Yo', fue sin duda una de las más aplaudidas y que más expectación causó entre el resto de alumnos europeos y los espectadores polacos. Algo que para los actores tiene mucho mérito, no sólo porque el público valore su puesta en escena sino porque han sido ellos mismos los que se han encargado del texto.
La profesora y directora de la obra, Carmen Galarza, explica que todo ha sido un proyecto de clase que ha salido de la nada pues no tenían ni texto, ni música, tan sólo una idea. «Lo que quise plantear en el trabajo que hicimos en clase era hacer un espectáculo partiendo tan sólo de una idea y esa idea era contar cosas privadas de cada uno de nosotros, ya sean miedos, deseos, pensamientos que no solemos compartir como el miedo a la soledad, a la muerte», cuenta esta joven profesora. A partir de ahí, comenzó a pedirles textos a sus alumnos dando así la oportunidad de contar al actor esos miedos individuales que terminaron siendo compartidos por todos. Partiendo de sus textos Carmen hizo la dramaturgia con la esperanza de que la gente se reconociera en el espectáculo algo que sin duda sucedió. «Lo más bonito ha sido llegar aquí, hacer el montaje en castellano y que la gente nos dijera cosas como 'es la vida', 'belisimo', 'gracias'», comenta la directora. Ella, junto a Laly, la escenógrafa, también aparece en escena en el mismo plano que los actores e incluso que el público.
Es quizás uno de los hechos que más interés despertó en Polonia. Cuando se abrieron las puertas de la carpa donde se iba a representar 'Montañas de Yo', una fila de personas aguardaba para entrar, pero este no era un montaje como otros. Los asientos estaban dispuestos en círculo, alrededor de cuatro montículos sobre los que se ubicaban los actores, vestidos íntegramente de blanco. En la puerta, uno a uno, se les daba paso a los espectadores que no se ubicaban donde ellos querían, sino donde se les indicase, haciéndoles ya partícipes de la obra desde ese primer momento. Una vez en el interior, con un clima de cierta tensión, podían observar como se iba situando al resto de público. Lo hacían seis personas, con uniformes casi militares y una seriedad absoluta.
Los actores representaron cada uno de sus miedos, de sus inquietudes, de sus sentimientos y lo hicieron acompañados de una gran expresividad que ponía de manifiesto sus dotes artísticas. La música también jugaba un papel fundamental y aparecía, en ocasiones, en los momentos de mayor tensión. Cuatro minutos de aplausos al finalizar el montaje dan buena cuenta del éxito cosechado por los alumnos de la ESAD extremeña que también representaron la obra en las localidades vecinas de Bierutów y Olesnica.
El director artístico de 'Melodrama 2010', Alain Leonard pudo presenciar el montaje español y afirmó que la escenografía le había parecido sensacional y que había comprendido la denuncia y la crítica a la sociedad y al consumismo a pesar de no conocer el idioma, siendo el comienzo y el final, muy claros. Además señaló que la filosofía del festival era acercar el teatro al público, algo que se había logrado con creces en 'Montañas de Yo'. «Además los jóvenes actores están algo aislados, cada uno en su escuela y es bueno que se encuentren y compartan estos días», añadió el francés que se mostró encantado con el espectáculo.
Quien, por cuestiones de trabajo, no pudo presenciar la obra española fue Pietro Cenammo, director de la compañía italiana Theatralia y fundador de 'Melodrama 2010'. El director italiano explicó qué le había motivado a organizar este festival precisamente en ese municipio del sur de Polonia. Según explicó, comenzó a trabajar en teatro con Jerzy Grotowski, director de teatro polaco y destacada figura en el teatro vanguardista del siglo XX que había fundado una compañía en Wroclaw, una ciudad a 25 kilómetros de Jelcz-Laskowice. «Vine a Polonia a encontrarme con Grotowski y pensé en colaborar en este país», argumenta Cenammo.
Ese fue su contacto con Polonia, pero su vinculación con Extremadura vino de la mano de Isidro Timón, quien le invitó al festival de teatro de Cáceres donde conoció a José Ramón Alonso de la Torre, director de la ESAD extremeña y le invitó a participar en este festival europeo, algo que ha sido muy fructífero para todos.
Difícilmente olvidarán los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura su estancia en Polonia. Para todos ha sido una experiencia enriquecedora, gratificante que sin duda les ha dado impulso para afianzar su vocación como actores. «Ni siquiera tengo palabras para explicar como me siento», comentaba Rubén Lanchazo, uno de los actores de 'Montañas de Yo'. En su opinión, el éxito de la obra a pesar de las dificultades lingüísticas se debió a que se trataba de un espectáculo que no estaban acostumbrados a ver. «Hay muchos juegos de luces, movimientos, sombras, expresión corporal. todo ellos les ha llevado a captar la idea del montaje», explica este joven de Oliva de la Frontera.
«Una compañera francesa me ha dicho que con trabajos como el nuestro a ella le sobraban las palabras», recordaba aún emocionado Juan Antonio Mancha, más conocido como 'Pantojo'. En su caso, él pretendía explicar a través de sus trabajos en clase que el ser humano tiene una 'cara B' que podría estar representada por el egoísmo, la maldad, los sentimientos negativos, el odio.
Por su parte, Carlos Martín quería contar que una persona no es como le gustaría ser sino que tiene que comportarse en cierta manera, como le obliga la sociedad. Preguntado por si en algún momento pensaron que podría ser complicado representar algunas escenas un tanto duras, este joven de Guareña cuenta que la obra «habla de la vida» y que la vida es sexo, amor, guerra. «Es una parte de nosotros que todo el mundo tiene dentro y yo no me planteo tampoco nada a la hora de hacerlo, se hace y ya está», cuenta el actor.
«El objetivo de Carmen Galarza era desnudarnos, trabajar un desnudo a través de las palabras y las acciones y tenemos la sensación de que gente que no nos conoce nos ha visto 'en bolas'», recuerda Javier Herrera, otro de los actores que cuenta que el montaje ha sido tema de conversación con el resto de compañeros durante el tiempo que ha durado la convivencia.
Y es que, si se encuentran emocionados por el éxito cosechado tras cada actuación, más aún por la convivencia durante una semana con aspirantes a actores de distintos países. Todos ellos han estado alojados en un albergue, que ya han denominado 'Hostelo Babel' por todos los idiomas que se escuchaban allí. Explicarse les ha costado y hay quien afirma que se ha dado cuenta de la necesidad de aprender idiomas. Seguro que muchos de los actores, retoman el aprendizaje del inglés o se apuntan a alguna academia para mejorar su pronunciación. Aún así, hasta de algo (la dificultad del idioma) que podría haber supuesto una barrera han sabido sacar una parte positiva.
«Yo siempre decía que lo nuestro era un chiste: un español, un francés, un alemán.incluso había momentos en los que para construir una frase empleábamos varios idiomas», cuenta 'Pantojo'.
«Sin duda la convivencia ha sido el punto fuerte», explica Javier Herrera. «Nos hemos encontrado con gente de distintos países, trabajando diferentes técnicas, con un elemento común que es el amor a la interpretación y tener la oportunidad de encontrar eso, que compartimos cosas con gente que vive en otros países, ha sido fantástico», destaca la profesora Carmen Galarza que se lleva también la satisfacción de ver como la técnica interpretativa que están trabajando en Cáceres se encuentra en la vanguardia europea.
Quizás lo único negativo es que, entre los ensayos y alguna que otra dificultad técnica, no han podido dedicar todo el tiempo que les hubiese gustado a los talleres. Y es que, durante 'Melodrama' también había talleres teatrales e interpretativos, algunos de los cuales han estado dirigidos por profesores españoles como 'El teatro del Siglo de Oro español: Calderón de la Barca', conducido por Charles Delgadillo Cuadra o el de 'Introducción a las técnicas del Clown' del profesor Rodolfo García Añez.
Para lo que sí hubo tiempo es para visitar el espacio Grotowski, donde el director teatral polaco estrenó algunas de sus obras con su compañía 'Teatro Laboratorio' con la que se instaló en Wroclaw en 1965 triunfando con adaptaciones libres de clásicos como 'El Príncipe constante' de Calderón de la Barca.
Probablemente aún hoy, cuando ha pasado casi una semana de su marcha de Polonia hasta Extremadura, los alumnos sientan nostalgia por todo lo vivido y aún se encuentren en una especie de nube de recuerdos, emociones y sentimientos, pero seguro que esto no ha hecho nada más que empezar y que sus carreras profesionales estarán cargadas de éxitos como los cosechados en Jelcz-Laskowice. De momento, están invitados para participar el año que viene. Polonia volverá a vibrar con el teatro extremeño.
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