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Sábado, 20 de noviembre 2010, 01:39
Los aficionados al cómic más fundamentalistas no consideran la revista satírica 'El Jueves' como una publicación de historietas. Hay que ser excesivamente purista, y retorcido para no considerar sus viñetas, que llevan la impronta de algunos de los mejores dibujantes autóctonos de humor actuales, como un tebeo en toda regla. Además, la publicación catalana, adquirida no hace mucho por RBA, es de las pocas referencias comiqueras que señalan muchos ciudadanos de a pie y culturetas.
En el verano de 2007 se coló en los grandes medios internacionales gracias, por desgracia, a la polémica sonrojante de la portada subidita de tono dedicada a los Príncipes. El bombazo de su censura se vivió en la Redacción «con un ligero agobio», según Manel Fontdevila, uno de los artífices de la discutida cubierta. «Hacer una revista semanal es un poco esclavo, y lo de ser mediático un rato tiene su gracia, pero acaba siendo una brasa». El tema elevó las ventas del semanario y supuso una buena maniobra de márketing, pero después de la tempestad llegó la calma.
No es la primera vez, ni será la última, que 'El Jueves' se mueve, cual funambulista borracho, en la fina cuerda de los límites de la legalidad. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Cosas más brutas se han aireado en su contenido, pero probablemente nadie de las altas esferas se había percatado hasta ahora de su humor vitriólico, de su capacidad para sacar punta del lado más absurdo de nuestra sociedad.
En el marco del Salón del Cómic de Getxo, la revista, su staff, recibirá un premio-homenaje que en otras ediciones ha caído en manos de pesos pesados de la historieta nacional como Carlos Giménez, Víctor Mora o Purita Campos. Albert Monteys, director de la publicación y dibujante se muestra encantado con el galardón: «Los premios suponen un reconocimiento que los humoristas raras veces nos llevamos. La crítica especializada suele preferir obras más densas y nosotros aspiramos a ser ligeros». Los trofeos probablemente no suben las ventas, y menos con la que está cayendo, pero puede aliviar la autoestima de un grupo de artistas que se emplean a fondo cada semana para llevar la revista a buen puerto.
Pero ¿cómo se prepara un número? «Un 70% de la revista son los personajes y secciones, de los que se responsabiliza, en entrega y contenido, cada colaborador», explica Monteys. «Las 20 primeras páginas, lo que llamamos actualidad, son otro cantar. Ahí la idea es sorprender, dentro de lo posible, e intentar acertar con un cóctel de temas que sea el que vaya con la semana. Los colaboradores tienen sólo dos días para entregar esa actualidad, o sea que es todo muy fresco y espontáneo».
En el Salón del Cómic algunos miembros del equipo desvelarán los secretos de su éxito. Los curiosos que se acerquen al evento podrán enterarse, por ejemplo, de cómo es una reunión del consejo de redacción de la desternillante publicación. Para Monteys son citas «bastante caóticas. Se comenta la actualidad, mezclada con el fin de semana, mezclada con cualquier cosa tontuna que a alguien se le ocurra y al cabo de una hora alguien da un golpe en la mesa y grita: ¡Hay que hacer el número! Cada uno tiene sus manías, sus coletillas y, en general, funcionamos como una familia, una familia disfuncional, eso sí».
¿Cómo deciden la portada, por ejemplo? «¡Dándole muchas vueltas! La portada se cierra una semana antes de que salga al quiosco, ¿durará tanto el tema de portada? La actualidad cada vez es más veloz. Y después están los chistes, más de una vez hemos bajado del consejillo con un chiste que nos entusiasmaba sólo para descubrir que nadie lo entiende. ¡No es fácil!»
El secreto de los extras
Uno de los reclamos de 'El Jueves' es lanzar números especiales de vez en cuando para animar al lector y probar ideas nuevas. Los extras tienen más páginas y van cargados de sorpresas. Evidentemente, se preparan con tiempo. «Son un respiro para nosotros y un caramelito para el lector», afirma Monteys. Su compañera de redacción no comparte la idea al 100 %. «Puntualizo lo del respiro, sólo en cierto sentido», señala Mayte Quílez. «Los extras se hacen paralelamente al número de la semana y las entregas se complican un montón. La gente tiene que hacer sus personajes más las páginas que le han tocado en el extra. Encontrar durante esos días críticos autores que toquen actualidad se complica». Llama la atención el fichaje desmesurado de autores de nueva hornada a lo largo de este último año.
«Ir incorporando nuevos nombres, reformulando la revista es fundamental y hay que decir que veníamos de una época con una cierta sequía de nuevos talentos», indica el director. «Debían estar madurando, porque estos últimos dos años salen como setas. Si la revista fuera como el primer día no habría durado más de 30 años, aunque a priori las novedades siempre molestan al lector». «Es un momento estupendo», añade Quílez. «Hay un buen número de autores jóvenes con muchas ganas y buenas ideas. Es fundamental para nosotros que aparezca gente nueva. Es un poco el secreto de 'El Jueves', el irse adaptando a los tiempos».
Tras años investigando «concluimos que el único punto en común que tienen los lectores de 'El Jueves' es que leen 'El Jueves'», relata Monteys, que aparte de dirigir la publicación dibuja varias páginas a la semana, entre ellas las tribulaciones de 'Tato', un individuo que sobrevive a los tiempos sin dar un palo al agua.
El límite
Es inevitable preguntar si están notando la dichosa crisis: «¿Alguien no la nota? En todo caso, lo que te quita de ventas la crisis te lo da en temas. El humor es una válvula de escape y ahora hay más presión que nunca». Sin quieren tratar un tema, «lo tratamos. Cada vez que sacamos al Papa nos llegan un montón de cartas retándonos a dibujar a Mahoma. Pero como no son de lectores de 'El Jueves', ¡nos dan igual!»
El límite se lo ponen en temas «delicados, en los que puedes herir a gente por su condición física», explica Quílez. «No es un tema de censura sino de sensibilidad. Pero incluso en temas que durante tiempo les hemos ido dando vueltas, el terrorismo o la violencia de género, al final hemos encontrado la fórmula. Otra cosas son las susceptibilidades particulares del personal. Todo el mundo tiene mucho sentido del humor cuando te metes con el vecino pero no cuando tocas su pueblo, su profesión o su perro; ahí todos tenemos la piel muy fina».
Sobre su visita al Salón del Cómic, donde varios miembros de la revista firmarán ejemplares a sus seguidores, Monteys ve este tipo de citas saloneras «como una oportunidad para conocer lectores -Internet también sirve para eso, pero sólo a medias-, para que los dibujantes se conozcan entre ellos -el email ha hecho mucho daño a la vida social- y con un intenso dolor de manos de tanto firmar, ¡y que siga!»
Ven el estado actual del arte secuencial como «bueno. Se está más cerca que nunca del tan ambicionado respeto de los medios de comunicación y dos o tres cómics son éxito de ventas cada año. Nos lo cuentan en 1993 y no nos lo creemos». Todavía hay quien piensa que 'El Jueves' no es cómic... «Pues que piense otra vez», contesta rotundo. «Sí es cierto que la revista no es consumida por fans de los cómics sino por amantes del humor. Y es muy posible que el lector habitual de 'El Jueves' ignore que el cómic es un mundo muy amplio y con muchos registros. Pero es un cómic, lo hemos mirado». «Siempre decimos que estamos en terreno de nadie», puntualiza Quílez. «En el mundo del cómic se nos tacha de comerciales y en el mundo de la prensa de ser un tebeo. Por fortuna las clasificaciones no sirven para mucho y a los lectores no les importa».
El milagro de salir
Lo cierto es que la salida cada semana de la revista no deja de ser un pequeño milagro, viendo el panorama. Revistas de cómic apenas quedan. «Muchas veces creo que es sorprendente que después de tantos años, e intentando no repetirnos, se nos hayan vuelto a ocurrir nuevas ideas», dice Quílez. «Quizás por eso tenemos poquita compañía, por eso y porque desde hace tiempo es muy complicado poner nuevas cosas en el quiosco».
«Vivimos el día a día siendo conscientes de estar en una especie de excepción, de milagro», remata Monteys. «La verdad, no nos importaría tener competencia y somos muy fans de las otras revistas de humor que quedan. ¡Retranca o el TMEO son lectura recomendada!»
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