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EVARISTO FDEZ. DE VEGA
Jueves, 23 de diciembre 2010, 09:57
La Policía Local de Badajoz comenzará a utilizar después de las fiestas navideñas los dos radares adquiridos por el Ayuntamiento para controlar el exceso de velocidad dentro del casco urbano. Los nuevos cinemómetros han costado 48.000 euros y están preparados para captar la velocidad de los vehículos con un margen de error de sólo 2 kilómetros, por lo que su fiabilidad se presume alta.
Los aparatos son móviles y serán utilizados en las vías urbanas donde el Departamento de Investigación de Accidentes de la Policía Local ha detectado las infracciones más graves.
Entre los viales elegidos se encuentra la carretera de Circunvalación (entre San Roque y Puerta Palma), una zona en la que los vehículos alcanzan velocidades altas. Igualmente se utilizarán en el Puente Real, en la Ba-20, en la carretera de Olivenza y en otros lugares especialmente conflictivos.
Los agentes recibirán ahora un curso de formación para aprender a manejar los aparatos, pero después de Navidad empezarán a ser utilizados. «Nuestra intención es sacarlos a la calle los días de diario en horario de mañana y tarde, además de alguna noche y los fines de semana», adelantó el superintendente jefe, Juan José Venero.
Para el alcalde de Badajoz, lo importante es que a partir de ahora se podrá combatir a los conductores que se exceden en la velocidad y ponen en peligro al resto de automovilistas y a los peatones. «Tenemos plena fe en el civismo de los pacenses, pero este aparato sirve para controlar a los que acostumbran a infringir las normas».
Autónomo
Los radares adquiridos funcionan de forma automática, por lo que podrían ser instalados en cualquier lugar de la ciudad sin necesidad de que los agentes estén presentes. Sin embargo, el Ayuntamiento ha decidido que siempre que se utilice haya presencia uniformada. «No estarán al lado para no alertar, pero sí cerca», explicó Venero.
Igualmente se pretende que los vehículos que excedan los límites de velocidad sean parados en el momento por agentes situados en un punto próximo. Esos conductores tendrán que responder a las sanciones establecidas, que llegan a tener consecuencias penales si en un tramo regulado a 50 kilómetros por hora se alcanzan los 110. En el resto de los casos, la sanción implica una multa económica y la retirada de puntos: 100 euros si se superan los 55 km/h pero no se sobrepasan los 70; 300 euros y 2 puntos (de 71 a 80 km/h); 400 euros y 4 puntos (de 81 a 90); 500 euros y 6 puntos (de 91 a 100); y 600 euros, 6 puntos y 2 meses de suspensión de carné si se sobrepasan los 100 km/h.
El Ayuntamiento también espera contar con dos o tres fotorrojos en el plazo de tres meses. Esos aparatos permitirán tomar imágenes de los vehículos que se salten un semáforo en rojo y se irán rotando por los diez cruces más peligrosos de la ciudad.
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