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J. R. NEGRO GALÁN , ÁNGELA MURILLO
Miércoles, 19 de enero 2011, 23:44
El bar Alcatraz, situado en la Plaza del Caño de la localidad cacereña de Cilleros, lucirá desde hoy un curioso cartel en su exterior en el que se podrá leer: ¡Atención clientes! Todos contra la ley de no fumar. En este bar se regala el tabaco para fumar en la calle. ¡Pídeselo al camarero!
Al principio los dueños pensaron dejar el tabaco de liar sobre la barra para que los fumadores se sirvieran, como si de un aperitivo se tratara, sin embargo, para no ponerlo al alcance de menores, y tener problemas legales, han decidido repartirlo a petición de los clientes que lo soliciten.
Esta curiosa iniciativa es la solución que se le ha ocurrido al propietario del bar desde hace un año y medio, Emilio José Pina Aguado, ya que denuncia que su clientela se ha visto mermada desde el pasado día 2 de enero, día de entrada en vigor de la nueva ley antitabaco que no permite fumar en ningún establecimiento abierto al público.
"Todos los dueños de bares con los que hablamos dicen lo mismo: está siendo una ruina. Se ha notado mucho, hay menos gente, los clientes están cabreados y había que hacer algo", explica este hostelero. Por eso son los primeros del país que regalan tabaco de liar a sus clientes. "Lo hacemos para llamar la atención, para luchar contra la ley. Aunque no estamos fuera de ella", aclara.
Las restricciones parecen excesivas para muchos. "Ya no podemos fumar ni en casa. Yo que vivo entre un colegio y una zona de ocio infantil no puedo salir a fumar un cigarro al balcón", asegura Emilio, padre del propietario del bar Alcatraz.
En cuanto a la aceptación que puede tener este detalle diferenciador entre la clientela fumadora, Emilio asegura que posiblemente la mitad de la gente no lo coja. "Cada uno tiene sus marcas, el que fume rubio no querrá negro, y a otros ni siquiera les gusta el tabaco de liar". Por eso el dueño cree que el coste de regalar este tipo de tabaco será asumible.
Con la intención de agradar aún más a los fumadores que frecuentan su establecimiento, Emilio José Pina ha instalado una mesa camilla con faldilla en la calle para que no pasen frío. De momento han puesto un brasero eléctrico y cuatro sillas. Y el curioso velador parece gustar a la clientela. "Están con brasero, fumando y calentitos". Puede que instalemos más mesas, tenemos un cable de electricidad preparado. Otros dueños han optado por otros sistemas y nosotros, por éste".
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