Fernández Acosta, el fotógrafo que lee las manos de su amigos

'De primera mano' es el título que el fotógrafo onubense Moisés Fernández Acosta ha elegido para una exposición en la que el gesto de las manos de sus modelos vale tanto como la expresión de su cara. Ayer se inauguró en la Sala 'Vaquero Poblador' de la Diputación de Badajoz esta muestra que consta de 37 fotografías de una serie que ha superado ya las 60, en la que Moisés Fernández Acosta refleja la capacidad comunicativa de nuestras manos.

La idea surgió a la vuelta de un viaje a Nueva York donde él, que no domina el inglés, comprendió la expresividad que siguen teniendo los gestos de las manos «con las que te puedes comunicar vayas donde vayas». Son ya cuatro años los que Mosiés Fernández lleva invertidos en esta serie a la que suele dedicar los viernes por la tarde, como una forma de evadirse del trabajo agobiante de la semana. En la muestra se ven reflejados rostros de famosos, fundamentalmente relacionados con el mundo de la interpretación, aunque el fotógrafo deja claro que no se trata de personajes de la farándula sin más sino de personas que considera amigas después de haber trabado relación con ellos a través de su actividad como fotógrafo publicitario.

El autor de las fotos engrosa su serie con personajes de la tierra en la que va a exponer su obra. Así, para presentarla en Extremadura, ha fotografiado a Soraya Arnelas, Alberto Amarilla o la presentadora de televisión Sara Solomando para una colección que ya incluía a Bebe o a actores como Micky Molina, Antonio Dechent, Natalie Seseña o Millán Salcedo. Moisés Fernández sólo pide a sus modelos que sean ellos mismos y no suele hacer muchas pruebas, porque la foto se realiza cuando ya cree conocerles lo suficiente. Sólo les exige que sean ellos mismos, no el personaje público por el que suelen ser conocidos.

La exposición se verá también en Olivenza y Portugal e incluso le ha sido solicitada desde Berlín. Preguntado si haría la misma serie fotográfica con políticos lo piensa un poco y luego dice que sí, siempre que respetaran su carácter no remunerado y su intención de mostrar «a la persona».